Últimas noticias

Soldados de sanidad, a la vanguardia en defensa

Cuando uno de los generales españoles más condecorados por su valor y su eficacia en las misiones internacionales de Bosnia, Albania, Kosovo, Irak y Pakistán, asegura con rigor militar que “las Unidades de Sanidad que luchan en un conflicto armado deben estar bajo el mando de un oficial médico”, significa que esta fórmula garantizaría el éxito en la salvación de la inmensa mayoría de los soldados que caen heridos en primera línea de combate

 

El general médico Manuel José Guiote Linares, jefe de la Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra, se mimetiza como un periodista para mostrarnos, en cinco reportajes videoblogueros, el objetivo prioritario de las Células de Estabilización de la BRISAN: “Tratar al soldado herido en pocos segundos, en diez minutos como máximo, y salvar su vida”.

Después de evitar la muerte, estas células, compuestas por un médico, un enfermero y un técnico sanitario de tropa, evacuarán al herido en un helicóptero o una ambulancia hasta el quirófano más cercano, donde sus compañeros llevarán a cabo la cirugía reparadora de daños. A continuación, el destino del herido será la UCI, para más tarde ser trasladado a un Hospital Militar, centro de su recuperación total.

La causa más frecuente de muerte prematura del soldado se debe a los diversos politraumatismos causados por los efectos de la munición y a la consiguiente combinación fatal de la acidosis metabólica, la hipotermia y el trastorno de la coagulación; una serie de complicaciones orgánicas que se denomina la Tríada de la Muerte.

Hasta la fecha, la sanidad militar española ha salvado la vida de más de 300 soldados heridos graves entre fuerzas propias, aliadas y enemigas: 40 en Bosnia, 12 en Albania, 27 en Kosovo, 66 en Iraq, 140 en Afganistán y 15 en el Líbano.

Este procedimiento de élite se podría adoptar en España, como ya hizo Francia, para evitar un mayor número de víctimas mortales tras un atentado terrorista a gran escala. Un buen ejemplo seríanlos asesinatos yihadistas de París en noviembre de 2015; las “células” de soldados sanitarios del Ejército francés salvaron la vida de un buen número de heridos en la sala Bataclán.

A menor mando, menos éxito en la misión

Esta notoriedad se basa siempre en la capacidad operativa “con riesgo físico” de los soldados de sanidad, tengan el empleo que tengan, subraya el general médico Guiote: “La cirugía de control de daños en primera línea de combate, sea por una guerra o sea por un atentado terrorista, no es para aficionados“.

El objetivo es que sus equipos inicien el tratamiento lo antes posible, en los llamados “minutos de platino”, cuando la exanguinación masiva hace acto de presencia en el cuerpo humano: “El tiempo que se tarda en iniciar la cura es inversamente proporcional a las posibilidades de salvación“, apunta.

“Y para conseguir el mayor éxito también es preciso tener el mando en este tipo de operaciones”, señala el general Guiote, quien nos presenta a su primer entrevistado, el coronel médico Félix Conde Benito, jefe de la Agrupación de Sanidad número 1, el equivalente a un regimiento. En la primera pregunta no se anda con rodeos: ¿Por qué el mando de la BRISAN es fundamental en cualquier acción de combate?

Fotografía del coronel médico Félix Conde Benito

El coronel médico Félix Conde. EFE/J.L. Cano

 

 

 

 

 

 

“Las operaciones y las Unidades del Ejército de Tierra, del Aire y de la Armada, son distintas; y por tanto, el apoyo sanitario también debe serlo. No combaten igual, no emplean el mismo armamento y tampoco los mismos medios. No es lo mismo una Unidad de combate que una Unidad de apoyo al combate. No es lo mismo una Unidad de helicópteros que una Unidad de zapadores; o si la acción táctica que desarrollan es ofensiva, defensiva o estabilizadora”, expone el coronel.

“El oficial médico debe conocer al detalle todas las peculiaridades y entresijos de cada una de las Unidades -continúa-. Tiene que instruirse en el combate al mismo nivel que sus compañeros y luchar codo con codo frente al enemigo. Debe saber batirse al entrar en combate, recoger a los heridos, darles asistencia urgente y eficaz, y defenderlos si llega el caso. Difícilmente podrá salvar la vida de sus compañeros si solo trabaja en retaguardia”.

En el verano de 2005, Félix Conde fue el responsable del equipo quirúrgico que las Fuerzas Armadas Españolas tenía desplegado en el aeropuerto de Kabul. El personal facultativo pertenecía a diferentes países, como era el caso de un médico afgano, formado en Cuba, que hacía funciones de intérprete con la población.

“El objetivo de la misión fue ejecutar un repliegue progresivo de todo el hospital de campaña montado en las instalaciones aeroportuarias, ya que el ejército griego nos tenía que relevar y desplegar un nuevo hospital militar sin perder un ápice de capacidad en la asistencia médica”, declara.

El coronel Conde compaginó las obligaciones de la misión con su vocación de médico y militar. Atendió a civiles en pueblos del norte del país, colaborando con el CIMIC del ejército francés.

“Este cometido me permitió comprobar el sumo grado de pobreza en el que sobrevivía la población de Afganistán, así como las deficientes y penosísimas condiciones de salud que presentaba el conjunto de sus gentes, sobre todo los niños, las niñas y las mujeres”, relata.

El oficial médico, clave en la estrategia de combate

Al general médico Guiote estas palabras le resuenan. Su meta es que la Unidades de Sanidad siempre tengan al mando un oficial especializado. El coronel médico Félix Conde trabaja en esa línea de vanguardia, con argumentos y respuestas sin ambages.

“Somos el único país de nuestro ámbito con Unidades de Sanidad que no son mandadas por personal de Sanidad. Todos los ejércitos deben tener un Cuerpo de Sanidad Militar que mande y gestione sus recursos. No existe responsabilidad sin mando“, resalta.

En el ámbito civil todos los organismos hospitalarios, sanitario o de sistemas de emergencias están dirigidos por personal médico, “que tienen responsabilidad y, por consiguiente, mando”, enfatiza.

El general médico Manuel Guiote entrevista al coronel médico Félix Conde.

El general médico Manuel Guiote entrevista al coronel médico Félix Conde. EFE/J.L. Cano

Para ambos “se sigue teniendo el convencimiento de que el médico militar debe estar recluido en formaciones sanitarias encorsetadas, a kilómetros de donde combaten sus compañeros; que allí reside su utilidad; que el médico no sabe mandar y que desconoce el manejo de las armas. No somos la Seguridad Social de los militares”.

Un ejemplo en el terremoto de Lorca

Algo similar, salvando las distancias, se encontró el coronel Conde durante la intervención de la BRISAN en el terremoto de Lorca (España) en mayo de 2011.

La misión consistía en cubrir las capacidades medicoquirúrgicas del Hospital Rafael Méndez y otros centros de salud de la localidad murciana, seriamente dañados por el seísmo. Habían evacuado a todos los pacientes y a todo el personal sanitario.

“Recuerdo con gracia, aunque entonces no me hizo tanta, el día en el que llegamos a Lorca y empezamos a reconocer la zona donde íbamos a desplegar nuestro hospital de campaña. Al no estar de acuerdo con el terreno que me habían asignado, por no reunir buenas condiciones y carecer de rutas de evacuación para establecer norias de ambulancias, me dirigí seriamente contrariado hacia el puesto de mando avanzado con la idea de hablar con el alcalde”.

“Le solicité desplegarme en el césped del campo de fútbol, dada su cercanía al hospital siniestrado. Además, los vomitorios en planta del estadio me servían para evacuar a los heridos. Era lo más adecuado para disponer de una noria de ambulancias con protección y seguridad”.

“Tras unos segundos de silencio, el concejal de deportes, que se encontraba en la reunión, dijo… No puede ser, pasado mañana jugamos un partido de liga contra el Estepona -equipo de la provincia de Málaga-… El alcalde no lo dudó un segundo más; el hospital militar se instaló en el campo de fútbol y cumplimos nuestra misión”, concluye el Coronel médico Félix Conde.

El Rey Felipe observa una acción operativa que la Brigada de Sanidad realizó en el Centro Nacional de Adiestramiento "San Gregorio" de Zaragoza en mayo de 2015 durante las maniobras "White Snake".

El Rey Felipe observa una acción operativa que la Brigada de Sanidad realizó en el Centro Nacional de Adiestramiento “San Gregorio” de Zaragoza en mayo de 2015 durante las maniobras “White Snake”. EFE/Toni Galán

La BRISAN trabaja para que sus equipos estén siempre en la vanguardia de la batalla. “Es la mejor estrategia para cumplir la misión que tenemos encomendada, salvar a nuestros soldados a toda costa, incluso con nuestra propia vida”, destaca el general médico Guiote.  EFE / GREGORIO DEL ROSARIO

 

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies