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La fiebre hemorrágica Crimea-Congo, a fondo

Aunque hace diez días saltaron todas las alertas, la probabilidad de infección en España por el virus de Crimea-Congo se estima “baja”, señala el Ministerio de Sanidad. Un informe de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) analiza a fondo la fiebre hemorrágica

La paciente ingresada en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III, la enfermera afectada por fiebre Crimea-Congo, sigue estable dentro de la gravedad. Se contagió al atender al hombre que falleció, única víctima mortal de esta enfermedad, que hace una semana desató una inquietud sanitaria ahora mitigada.

La consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid mantiene la vigilancia sobre más de 100 personas que estuvieron en contacto con los afectados, pero no se ha producido ningún otro caso de fiebre hemorrágica por el momento.

La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha elaborado un informe minucioso, detallado y completo que aporta toda la información y conocimientos que debemos tener sobre esta enfermedad.

Cómo se transmite

Garrapatas a la espera. Fotografía cedida por SEIMC

Garrapatas a la espera. Fotografía cedida por SEIMC

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad febril que se puede acompañar de hemorragias y tener un posible desenlace fatal, provocada por un virus (vFHCC) del género Nairovirus. 

La transmisión principal es por la picadura de garrapatas duras, aunque también se puede contagiar por el contacto con carne fresca contaminada, mediante la ingesta de leche fresca procedente de animales infectados, o en el entorno sanitario, por la manipulación de materiales y fluidos biológicos como sangre, vómitos o heces de enfermos que han desarrollado la FHCC.

Manifestaciones Clínicas

La mayoría de veces, las personas picadas por una garrapata infectada por el virus, no desarrollan las manifestaciones clínicas de la fiebre hemorrágica. Es más, es muy posible que ni siquiera sean conscientes de que han sido picados por una garrapata.

Las manifestaciones clínicas (signos y síntomas) en personas afectadas por garrapatas infectadas son inespecíficas y se autolimitan. Los pacientes pueden desarrollar fiebre elevada, cefalea, cansancio, dolor muscular que pueden desaparecer en días o semanas. No obstante, se estima que en el peor escenario, 1 de cada 5 personas, desarrolla el cuadro clínico de fiebre hemorrágica.

Esquema de las manifestaciones clínicas y hallazgos comunes de laboratorio en el curso de la Fiebrehemorrágica de Crimea-Congo. Foto cedida SEIMC

Esquema de las manifestaciones clínicas y hallazgos

comunes de laboratorio en el curso de la Fiebrehemorrágica

de Crimea-Congo. Foto cedida SEIMC

Fase pre-hemorrágica: Tras el periodo de incubación (suele oscilar entre 3 y 7 días) el paciente desarrolla un cuadro inespecífico con fiebre elevada, cefalea, sudoración, dolores musculares, y manifestaciones digestivas en forma de nauseas, vómitos y diarrea que suele durar entre 1 y 7 días. En esta fase se puede observar un descenso importante en las plaquetas, disminución de leucocitos y elevación de las transaminasas hepáticas.

Fase hemorrágica: se caracteriza por la aparición de petequias/equimosis en piel y mucosas, que se pueden acompañar de sangrado digestivo. También se produce un deterioro de conciencia en función de la afectación de otros órganos. En esta fase el descenso de plaquetas es más acusado y suele existir mayor grado de afectación hepática. En los peores casos sobreviene la muerte en pocos días.

Las personas que sobreviven entran un periodo de convalecencia, en el que suele existir taquicardia, dificultad respiratoria, astenia intensa, pérdida de memoria, en otras. Puede persistir durante largos periodos de tiempo. La mortalidad de fiebre hemorrágica se sitúa en torno al 30%.

Existen otras enfermedades transmitidas por garrapatas en nuestro medio, que pueden confundirse con este virus debido a la similitud de sus manifestaciones clínicas. Debemos descartar la fiebre botonosa o exantemática mediterránea y cuadros afines provocados por diferentes especies de Rickettsia.

Cómo se diagnostica

El diagnóstico se basa en la sospecha clínica. En el caso de la FHCC el desarrollo de fiebre en un paciente que haya sido picado o que haya podido ser contagiado, es aconsejable realizar un análisis de sangre (hemograma y enzimas hepáticos).

En función del resultado se orientarán las posibles causas y se realizarán pruebas específicas, que van desde la detección de anticuerpos a la realización de pruebas moleculares como el cultivo.

En el caso de la FHCC lo más rentable es realizar una PCR en los primeros días del comienzo de la sintomatología. En todo caso, unas pruebas específicas negativas no excluyen definitivamente que nos encontremos ante una FHCC y las manifestaciones clínicas deben ser las que guíen las actuaciones del personal sanitario.

Cómo se previene

La mejor forma de prevenir la FHCC es evitar las picaduras de estos artrópodos. Popularmente se piensa que las garrapatas se encuentran solo en zonas rurales y que se alimentan en perros, pero es falso.

Atuendo adecuado en las salidas al monte. Fotografía cedida por SEIMC

Atuendo adecuado en las salidas al monte.

Fotografía cedida por SEIMC

Es cierto que la inmensa mayoría de la población de garrapatas se encuentra en zonas rurales, pero podemos encontrar garrapatas y ser picado por ellas en los parques de las ciudades. Habitualmente las garrapatas se encuentran esperando en la hierba alta a que pase un animal (incluidas las personas) y si pasamos por esa zona la garrapata se puede adherir a nuestro cuerpo, anclando sus piezas bucales y alimentándose de nosotros.

Para evitar que nos pique una garrapata, cuando vamos a pasear o trabajamos en zonas donde las hay, debemos llevar ropa adecuada que cubra la mayor parte del cuerpo. Se debe llevar pantalón largo que esté introducido dentro los calcetines o del calzado.

La ropa oscura atrae menos a las garrapatas, pero es aconsejable llevar ropa clara para poder observar la garrapata encima de la ropa y retirarla antes de que nos pique. Puede ser útil rociar la ropa con repelentes, aunque algunos estudios dicen que no es eficaz.

Otra medida es buscar algún antrópodo, tras las salidas al campo. Si revisamos el cuerpo y nos encontramos una garrapata y la retiramos correctamente lo antes posible, podemos evitar la transmisión.

En ningún caso debemos manipularlas o rociarlas con gasolina, aceite u otros productos. La correcta forma de extraer la garrapata se debe hacerse con pinzas que se introduzcan entre la cabeza y la piel de la persona/animal, haciendo una tracción firme y mantenida en ángulo recto.

Cómo se trata la fiebre hemorrágica

No hay un tratamiento que se haya mostrado eficaz en el 100% de los casos. Lo más importante son las medidas de soporte en las unidades de hospitalización dedicadas al tratamiento y control de este tipo de pacientes.

Forma de extracción de las garrapatas. Fotografía cedida por SEIMC

Forma de extracción de las garrapatas. Fotografía cedida por SEIMC

En algunos pacientes la ribavirina (un agente antiviral) se ha mostrado eficaz. Siempre se debe contemplar la posibilidad de que exista co-infección por otros agentes, que pueden agravar el cuadro clínico para lo que puede existir un tratamiento. EFE/ROSA GALLARDO

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