El presidente del Gobierno en funciones y líder nacional del PP, Mariano Rajoy, ha señalado que “sería ridículo plantear” unas terceras elecciones generales, para luego añadir que “la formación de gobierno hoy es más un deseo que un hecho”.
Tras el ridículo de las «negociaciones» del 20 de diciembre de 2015 (20D) que llevaron a unas segundas elecciones (algo que ninguno quería), los mismos líderes se presentaron de nuevo el 26 de junio. Las mismas posiciones, los mismos candidatos y los mismos elementos de juego, solo que con distintas siglas y distintos candidatos a la investidura.
Veamos: El PSOE se mantiene en su NO, NO y NO a Rajoy (PP): no ha variado su posición. Ciudadanos, posicionado en el centrismo y cediendo como el que más, media por un gobierno y una investidura que evite las terceras elecciones firmando un pacto con el PP (igual que hizo con PSOE tras el 20 D). Rajoy, sin congreso en su partido y siguiendo como candidato, se mantiene en su idea de que es el partido más votado y, por ello, para la formación de gobierno necesita el apoyo de C’s y, cuando menos, la abstención del PSOE. ¿No les parece que es la misma situación que en el 20 D? Diferencia: Rajoy, parece ser que sí, esta vez sí, se presentara a la investidura.
Sea como fuere, las contradicciones antes de la investidura de Rajoy siguen a la orden del día, excepto la del PSOE. Lo que no se entiende es que, a dos días de la misma, siendo la formación de gobierno un «deseo más que un hecho», sea «ridículo plantear unas terceras elecciones».
EDITORIAL: Pacto de PP y C’s ¿cambio de rumbo?