Conocemos la libertad de Otegui, la sentencia de la Audiencia Nacional que dicta que no puede ejercer cargo público, pero no especifica qué cargo. Conocemos que la Fiscalía «recalca» que es «inelegible. Conocemos, una vez fechadas las elecciones vascas para el 25 de septiembre, que PP, C’s y UPy D (que ahora no se presenta a las elecciones) impuganará la candidatura de Otegui, no lo harán ni PNV ni PSOE, Conocemos que Bildu, a pesar de la AN y de las impugnaciones políticas, mantiene la candidatura de Otegui. Conocemos que el fiscal superior vasco dice que «muy probablemente no será candidato». Conocemos que la Junta Electoral de Guipúzcoa (JEG) constata la «inhabilitación» de Otegui.
Todo mientras el protagonista, hoy en libertad, dice que «no va a haber tribunal ni Ejército que impida que yo sea candidato” y el partido Sortu (no Bildu) que “va a ser candidato” y “va a estar en el Parlamento”.
Ante estos hechos, sin conocer cómo está el tema judicial al respecto, el PP muestra su satisfacción por la decisión de la JEG, junta electoral de Guipúzcoa, porque «vence la justicia». Por otra parte, el Gobierno de Navarra “no comparte” la “judicialización de la vida política” que puede -eso sí, puede- conllevar a la «inhabilitación legal de Arnaldo Otegi como candidato de EH Bildu».
Dos respuestas contradictorias ante un mismo hecho, no judicial sino de justicia. Otegui ha sido condenado por pertenencia y colaboración con la organización terrorista ETA (político-militar y militar).
Días quedan para entregar las listas en la JEG.
