Si lo que parece se confirma, el PP permitiría a los independentistas de la antigua Convergencia que tuvieran grupo parlamentario propio. Con todo lo que conlleva, desde el punto de vista económico para este partido político, unos votos pagados con los impuestos de todos los españoles, a razón de más de 300.000 euros el voto. Vaya negocio para Convergencia.
No es de extrañar que muchos Ciudadanos hayan puesto «el grito en el cielo».
El «todo vale, vale todo» no parece sea lo más correcto en política.
No obstante, y viendo «el buenismo» llevado a cabo por parte del gobierno hacia el independentismo catalán, no resulta extraña esta actitud. Recuérdese que en los momentos más complicados, en plena declaración de independencia, el gobierno seguía dando a «troche y moche» financiación al gobierno catalán. Y esta era mucho mayor que los 3 millones de euros dados por un tibio apoyo para una Mesa del congreso.
Que los ciudadanos se sientan asqueados por la política no extraña. Es más lo que no llega a entenderse, es que, pese a todo, los resultados electorales acaben siendo para los de siempre, más de lo mismo.