El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière. EFE/Archivo
Berlín, 12 jun (EFE).- Los once diputados de origen turco en el Parlamento alemán se encuentran bajo protección policial ante las amenazas de muerte recibidas tras la resolución del Bundestag, que reconoce como genocidio las masacres de armenios cometidas hace más de un siglo por el imperio otomano.
Según informa hoy el dominical «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung» (FAS), las medidas de protección han sido acordadas en una reunión por los diputados con la policía de Berlín, las fuerzas de seguridad en el Bundestag y la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA).
El titular del Interior alemán, Thomas de Maizière, declaró al rotativo que las amenazas contra diputados con origen turco «son inaceptables» y agregó que «por supuesto, si es necesario, las medidas de seguridad serán reforzadas».
«La mayoría de los 3,5 millones de personas con raíces turcas en Alemania, y eso lo quiero volver a subrayar, son buenos vecinos y una parte importante de nuestra sociedad. Los delincuentes y los extremistas son casos aislados», indicó.
Al mismo tiempo, aludió al presidente del Bundestag, Norbert Lammert, del que afirmó que encontró «las palabras precisas» el jueves pasado cuando condenó enérgicamente los ataques del presidente de Turquía, Recep Tayyid Erdogan, contra los diputados germano-turcos tras el reconocimiento del genocidio armenio.
«Que en el siglo XXI, un presidente elegido democráticamente critique a diputados del Bundestag, elegidos democráticamente, y cuestione su origen turco afirmando que su sangre está podrida es algo que nunca hubiera imaginado», afirmó Lammert ante el pleno.
El copresidente de Los Verdes, Cem Özdemir, impulsor de la resolución, explicó al dominical que ha podido leer cosas como «algún día tus amigos alemanes lo habrán olvidado, nosotros no» o «te encontraremos donde sea».
Según Özdemir, amigos en Turquía que, dice, saben de lo que hablan, tiene una clara opinión al respecto: «Esto hay que tomárselo muy en serio, pero no dejarse intimidar».
«Estamos totalmente en el punto de mira. Aquí se está atacando un órgano constitucional, el Bundestag, y nosotros somos presentados como terroristas», dijo el diputado de Los Verdes Özcan Mutlu.
El semanario «Der Spiegel» informaba ayer que tras una evaluación interna, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán recomienda a los once diputados de origen turco no viajar próximamente a Turquía ante la duda de poder garantizar su seguridad.
«Es indescriptible saber que por el momento una ya no puede viajar allí», declaró la delegada del gobierno para asuntos de inmigración, la socialdemócrata Aydan Özoguz, quien agregó: «Erdogan debe entender que no somos una prolongación de Turquía».
Otros diputados de origen turco han cancelado viajes de trabajo a Ankara o sus vacaciones de verano en el Bósforo, señalaba el semanario.
Un miembro germano-turco de la cámara baja se encargó de que sus padres abandonaran la casa de verano de la familia en Turquía y buscaran protección en un hotel en otra ciudad.
Según la cristianodemócrata Cemile Giousouf, que ya contaba con fuertes reacciones por parte de Turquía, «las declaraciones de Erdogan son totalmente inaceptables y no dignas de un jefe de Estado».
La diputada no se esperaba, por el contrario, que sus padres también fueran a ser objeto de insultos, algo que, afirma, le ha afectado.
Tras aprobarse la resolución con la aprobación de los once diputados de origen turco -de la conservadora CDU de la canciller Angela Merkel, de los socialdemócratas del SPD, de Los Verdes y de La Izquierda, Erdogan no sólo afirmó que debería analizarse su sangre, sino que los etiquetó de «prolongación» del brazo político del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). EFE
