Por lo visto y salvo sorpresas, tanto Donald Trump como Hillary Clinton, candidatos republicano y demócrata respectivamente, van a competir, en noviembre, por la presidencia de EEUU.
El proceso de su elección como candidatos, es un proceso largo y en algunos momentos farragoso. En él no cuentan solo los votantes que eligen a una especie de representantes llamados delegados, que, a su vez, eligen en una Convención, al futuro candidato, sino que aparecen unos llamados «superdelegados» todopoderosos ellos, que son los que parece acaban, en el caso de duda, inclinando la balanza hacia un candidato u otro.
Es lo que parece que va a suceder en el caso de los candidatos del partido demócrata, Clinton y Sanders, que, sin haber conseguido aún el numero suficiente, ya se habla de la primera como la rival de Trump. Todo, precisamente, por el apoyo de estos «superdelegados», que ponen en duda que el proceso pueda ser considerado democrático al cien por cien.
Estos «superdelegados» son elegidos por «el aparato» del partido, asegurándose así de que al final, salvo excepciones, sea el candidato oficial el elegido.
Aquí en España, el proceso de elección de candidatos tiene características similares, aunque con matices. No hay dos partidos y candidatos, sino varios. Se tiende a la lista única para dar sensación de unidad interna, dentro de esta lista aparecen los oficiales y, para dar sensación de normalidad, alguno alternativo. Eso si, quien no sigue los mandatos del aparato, queda excluido y apartado.
Pero he aquí que muy pocos afiliados dicen nada, porque sino saben que no «salen en la foto», con lo que sus posibilidades de «vivir de la política» desaparecen . Y he aquí el gran matiz, la gran diferencia de la política española. Aquí uno es político, en general, para vivir de la política, no para hacer política.
Por otro lado, queda el tema de la preparación de los candidatos. En EEUU, mínimo gobernadores de estado antes que presidentes. Aquí, con estar en el momento y en lugar exacto, suficiente es suficiente. Ejemplos tiene la hemeroteca abundantes. Así nos va.
