Una de las piezas recuperadas y entregadas a sus legítimos propietarios, el Ayuntamiento y la Diputación de Palencia. EFE
Un lamentable suceso, el robo de 14 obras de arte en Roma, capital del arte, ha puesto en la diana a un escultor casi desconocido, el palentino Victorio Macho, que se coloca en el mapa artístico cincuenta años después de su muerte, con ayuda de un desafortunado incidente.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha entregado hoy a sus legítimos propietarios, el Ayuntamiento y la Diputación de Palencia, trece de las catorce obras del escultor, recuperadas por los carabinieri italianos.
La misma mala fortuna que cincuenta años después de su muerte corría parte de su obra, robada en Roma por unos desconocidos que, sin saberlo, lanzaban a la fama al escultor más querido de los palentinos, aquel que les colocó un enorme Cristo sobre el cerro del Otero.
Porque el destino, la mala suerte, o la fortuna quizás, quisieron que el pasado 11 de abril unos ladrones robaran, seguramente sin saberlo, parte de la exposición que con mucho mimo había preparado el Ayuntamiento de Palencia para mostrar en el Instituto Cervantes, en la capital italiana.
Esta exposición, formada por 27 obras del artista, era una de las principales actividades de la celebración del cincuenta aniversario del fallecimiento del escultor en 1966.
Celebración que se tornó en disgusto tras la sustracción de las piezas, y que mermó la muestra exhibida en Italia, con solo tres de las seis esculturas previstas y diez de los 21 dibujos.
Contrariedad que puso en marcha toda la maquinaria y activó un importante dispositivo policial en busca del botín, que semanas más tarde, el 20 de mayo se localizaba en un almacén situado en las afueras de Roma.
Pero faltaba una escultura, aquella en la que el artista se retrató a si mismo, como si la sombra de la mala fortuna de Macho planeara incluso sobre la operación policial muchos años después de su muerte.
El director general de la Policía ha devuelto hoy las piezas recuperadas, subrayando la eficacia de los carabineros italianos, la colaboración de las autoridades italianas y españolas y el interés especial con que todos se han tomado este caso.
Un interés que ha permitido devolver estas piezas a sus legítimos propietarios, el Ayuntamiento de Palencia y la Diputación provincial, y por ende a todos los palentinos.
Palencia recibía hoy una parte del botín, 9 dibujos y una escultura, porque las tres restantes permanecerán en Italia para formar parte de una exposición organizada por los carabineros con obras robadas y recuperadas.
Más paradojas del destino. Aquel artista y académico que se quedó a las puertas de ser el Director de la Academia Española en Roma (puesto para el que finalmente se designó a Valle Inclán), se codeará con los grandes genios italianos en una exposición de obras desafortunadamente robadas y afortunadamente recuperadas.
Lo subrayaba Ignacio Cosidó al reflexionar sobre como «este lamentable incidente ha servido para que Victorio Macho sea más conocido en España y en Italia».
De los autores se sigue sin saber gran cosa, solo que pertenecen a un grupo especializado en robo de arte, que se topó, por casualidad, con Victorio Macho, un artista ahora más famoso gracias a esos cacos desconocidos y a una fortuna que no siempre le acompañó en vida.
