Tercera noche de disturbios en Barcelona alentada por la extrema izquierda y con algunos miembros de las CUP
Seis agentes de policía y cinco manifestantes han resultado heridos. Los incidentes comenzaron el pasado lunes por el desalojo del «banco expropiado»
Colau califica de «injustos» los destrozos de los ‘okupas’ en el barrio barcelonés de Gracia
La tercera noche consecutiva de disturbios en el barrio barcelonés de Gracia a raíz del desalojo el lunes de una antigua sucursal bancaria ocupada en 2011, se ha saldado con un detenido y once personas heridas, seis de ellas agentes de los Mossos y cinco manifestantes, según fuentes policiales.
Durante los disturbios, de mayor intensidad de los registrados el martes, se quemaron y volcaron contenedores para formar pequeñas barricadas, se calcinaron tres cajeros automáticos, se rompió el escaparate de una tienda de deportes y una de telefonía móvil, además de destrozar una oficina bancaria completamente.
La marcha, de un millar de manifestantes, transcurrió con relativa normalidad antes de que los organizadores la dieran por finalizada, aunque algunos grupos arrojaron agua contra los periodistas, a quienes dirigieron gritos como: «La prensa apunta, la poli dispara».
También algún periodista denunció en la redes sociales que había recibido golpes de porra por parte de agentes policiales, pese a haberse identificado como informadores, durante los incidentes que se registraron después de finalizar la manifestación.
«Banco expropiado» acordonado
Anoche, numerosos agentes antidisturbios de la policía catalana y furgonetas de los Mossos acordonaron la zona en la que se encuentra el llamado «banco expropiado», la Travessera de Gràcia y calles adyacentes, anticipándose a la intención de buena parte de los manifestantes de rodear el inmueble.Entre los manifestantes se encontraban dos diputadas de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant y Mireia Vehí.
Colau califica de «injustos» los destrozos de los ‘okupas’
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, opina que el problema no es que se celebren manifestaciones si no que le parece «injusto e indefendible que se hagan destrozos».
Ha señalado que el Ayuntamiento no tiene competencias directas sobre el local en el barrio de Gracia cuyo desalojo lo ha ordenado un juez, y ha añadido que desde el ayuntamiento no se desentienden del problema.
«Nosotros no queremos tener locales vacíos en nuestros barrios y queremos que todos los colectivos que deseen hacer actividades sociales, culturales y vecinales tengan un espacio donde realizarlas», ha añadido.
Dice ponerse «del lado del sentido común» en contra de algunas acusaciones de apoyo a los ‘okupas’ y ha afirmado que «el problema es que en barrios muy densos haya edificios vacíos por motivos especulativos, aunque eso no justifica la violencia»
Por su parte el ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, ha opinado que los últimos hechos violentos acaecidos en el barrio de Gràcia están «íntimamente relacionados» con el apoyo que, ha asegurado, brinda el gobierno de Colau al colectivo okupa.
«El equipo de gobierno se ha retirado de la acusación particular que afectaba a personas imputadas en hechos violentos» y eso «si no apoya la violencia, la facilita», ha aseverado Fernández Díaz, también en una entrevista concedida esta noche a la Cadena SER.
El ministro en funciones ha criticado además que el ex alcalde barcelonés Xavier Trías pagara 5.500 euros mensuales por el alquiler del banco okupado para evitar el desalojo y refiriéndose a Colau ha dicho que «algunas autoridades públicas han manifestado que sólo iban a cumplir las leyes que consideraran justas. Quien siembra vientos recoge tempestades». Navarra Información/EFE
Estos anti sistema se valen de la democracia para poner su huevo de la serpiente y una vez que eclosiona se comen la democracia y adiós a la alternancia política, vendrá el totalitarismo.
Es una desgracia que las personas pierdan su trabajo y deban ocupar una casa ajena. Pero los perrosflauta ni han trabajado, ni van a querer trabajar en su vida. Vivir de la paga del estado sin dar un palo al agua es su objetivo. El rollo antisistema ese del que presumen no se lo creen ni ellos.