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Colocación de la primera piedra de El Escorial en el día de San Jorge

Colocación de la primera piedra de El Escorial en el día de San Jorge

Por José V. Ciordia, historiador

Tal día como hoy, el 23 de abril de 1563, festividad de San jorge, se colocaba la primera piedra del Monasterio de San Lorenzo del Escorial. En concreto en los cimientos del refectorio de los monjes, debajo de la silla del prior.

Es un complejo que incluye un palacio real, una basílica, un panteón, una biblioteca y un monasterio. Fue construido entre 1563 y 1584.

El palacio fue residencia de la Familia Real Española, la basílica es lugar de sepultura de los Reyes de España y el  monasterio está ocupado actualmente por frailes de la Orden de san Agustín. Es una de las más bellas obras de arquitectura  renacentista de España y de Europa.

Fue ideado por el rey Felipe II y su arquitecto Juan Bautista de Toledo, aunque posteriormente intervinieron Juan de Herrera, Juan de Minjares y Francisco de Mora. De Juan de Herrera destacar que su nombre y el estilo que impregnó al monasterio, han dado lugar al estilo herreriano.

Desde finales del siglo XVI, fue considerado la Octava Maravilla del mundo, tanto por su tamaño y complejidad funcional,  como por su enorme valor simbólico.

Su origen es peculiar. El emperador Carlos I había muerto en 1558. En su testamento había pedido ser enterrado en un edificio nuevo, diferente al de sus padres y abuelos. Su hijo Felipe, futuro Felipe II, pensó en buscar un lugar de la sierra de Guadarrama, en Madrid, y que fuera el centro geográfico de la Península Ibérica. Se elige, por tanto, un emplazamiento a 50 kílómetros de Madrid, en la aldea del Escorial. El paraje disponía, además, de abundante caza y leña, aire y aguas de buena calidad y canteras de granito y pizarra en las proximidades.

En 1561, Juan Bautista de Toledo, que había trabajado con Miguel Ángel en las obras de la Basílica Vaticana  empieza el diseño general del monasterio: la conocida traza universal de toda obra arquitectónica.

La planta del edificio, con  cuatro torres en las esquinas y el Palacio Real haciendo de «mango», recuerda la forma de una parrilla, por lo que tradicionalmente se ha afirmado que se escogió esta traza en honor a San Lorenzo, martirizado en Roma en una parrilla, en cuya festividad  que es el 10 de agosto, y en 1557,  tuvo lugar la batalla de San Quintín, una gran victoria de Felipe II contra los franceses.  De ahí el nombre del conjunto y de la localidad creada a su alrededor.

El edificio destaca por la potencia de su imagen, la sabia composición de su complejo programa funcional, el rigor arquitectónico de cada una de sus partes, la elegancia de la articulación arquitectónica entre las distintas piezas, la cuidada perfección de sus proporciones y sus ricos valores simbólicos. Debe destacarse también su impresionante unidad de estilo y el haberse realizado en el reducido plazo para entonces de 21 años.

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