(EFE).- El expresidente del Gobierno José María Aznar, considera que la «sensación de fatalidad» sobre la vida política española que denunció en 1988 se manifiesta ahora «en el pesimismo, en el retorno a la creencia de un país ingobernable».
«O se manifiesta en la resignación ante un supuesto destino inevitable que nos hará caer en el destrozo social, económico y político de la extrema izquierda populista», ha asegurado Aznar en San Sebastián, donde ha clausurado el acto de entre del Premio Gregorio Ordóñez al opositor venezolano Leopoldo López.
Ha dicho que cuando pronunció por primera vez esas palabras lo hacía ante «la falta de una alternativa política a un socialismo todavía hegemónico» y que, aunque ahora algunos reciban «con desdén» este recuerdo, otros, y él «el primero», «quizás la encuentren suficientemente valiosa como para tenerla en cuenta».