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UGT denuncia que el mercado laboral navarro «no ha corregido las brechas de género»

Según el informe realizado por la UGT de Navarra, con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el mercado laboral navarro, pese a la mejoría relativa que ha experimentado en 2015, no ha logrado corregir ninguna de las brechas de género e incluso ha registrado la mayor brecha en tasa de paro de los últimos ocho años

Las mujeres trabajadoras navarras  «sufren más desempleo que los hombres, más jornadas a tiempo parcial y más temporalidad, ocupan las categorías profesionales más bajas, están mayoritariamente empleadas en el sector de los Servicios y cobran salarios sensiblemente inferiores».

Se abre la brecha de paro

El informe del sindicato confirma que la mujer trabajadora está en peores condiciones que el hombre de acuerdo con todos los indicadores fundamentales del mercado laboral: las tasas de actividad, empleo y paro. Sin embargo, mientras las en tasas de actividad y empleo, la brecha de género ha ido disminuyendo en estos cuatro últimos años, en tasa de paro la brecha se ha incrementado, situándose en 3,14 puntos, la distancia más alta desde el inicio de la crisis en 2008.

En primer lugar, la tasa de actividad de los hombres (63,06%) sigue siendo muy superior a la de las mujeres (54,38%), si bien la diferencia de 8,68 puntos entre la tasa masculina y femenina en el cuarto trimestre de 2015 es la más reducida de las observadas en los últimos trimestres de 2014 (11,36), 2013 (12,30), 2012 (11,08) y, desde luego, 2008 (16,85), primer año en el que golpeó la crisis.

Así, la distancia entre la actividad de hombres y mujeres ha ido acortándose, si bien esta tendencia parece deberse a una de las estrategias desarrolladas para hacer frente a los efectos derivados de la crisis, consistente en que las mujeres antes inactivas se han ido incorporando a la búsqueda de empleo en muchos hogares afectados por el desempleo del hombre Así, en el periodo 2007-2015 se han sumado 12.200 mujeres activas mientras que los hombres activos han disminuido en 16.700.

A pesar de ello, muchas de estas mujeres se encuentran en desempleo. En el periodo señalado han aumentado en 15.600 las mujeres desempleadas, hasta alcanzar la cifra de 21.800 a finales de 2015, la más alta de todo el periodo con la excepción de los años 2012 (25.700) y 2013 (24.700), tras la entrada en vigor de la reforma laboral, que disparó el desempleo a cifras récord, lo que demuestra sus dificultades a la hora de encontrar un empleo, sobre todo en tiempos de crisis.

En el último trimestre de 2015, 121.700 mujeres del total de activas (143.500) estaban ocupadas y 21.800 en paro, lo que conlleva una tasa de paro del 15,20%, 3,14 puntos más que el porcentaje de paro masculino en Navarra (12,06%), la diferencia más alta desde el año 2008.

En cuanto a la ocupación, los hombres registran la mayor cifra de personas ocupadas (167.000 hombres frente a 121.700 mujeres), si bien, desde el año 2007, la ocupación masculina ha caído en 29.200 personas mientras que la femenina sólo ha descendido en 3.400. Esta evolución se refleja en la menor brecha en tasa de empleo de todo el periodo de crisis, que, sin embargo, todavía es de 9,34 puntos (55,46% en el caso de los hombres y 46,12% en el de las mujeres.

En resumen, el paro sigue recayendo en mayor medida sobre la menor proporción de mujeres que constituyen la población activa femenina, ya que la recuperación del empleo está siendo fundamental masculina, como lo demuestra el descenso en 2,9 puntos de la tasa de paro masculina en 2015 frente al crecimiento en 0,33 puntos de la femenina, con respecto al año anterior.

Segregación de género

Una de las características del mercado laboral sigue siendo la segregación de género: las mujeres no ocupan los mismos puestos de trabajo que los hombres, por lo que podemos afirmar que existe una importante segregación ocupacional, tanto sectorial como en las categorías profesionales.

Así, la mayoría de las mujeres trabajan en el sector de los Servicios en categorías generalmente más bajas que los hombres. Según los datos de la EPA del último trimestre de 2015, 83,5 de cada 100 mujeres que trabajan en Navarra lo hacen en el sector de los Servicios, 13,9 en la Industria, 2 en la Agricultura y 0,6 en la Construcción. Los hombres, en cambio, presentan un reparto sectorial más equitativo: 50,2 de cada 100 hombres que trabajan lo hacen en los Servicios, 33,7 en la Industria, 11,3 en la Construcción y 4,8 en la Agricultura.

Si analizamos los datos de la situación profesional, 13,6 de cada 100 mujeres ocupadas son empresarias o trabajadoras por cuenta propia cifra que en el caso de los hombres se eleva al 21,2%. Por el contrario, las personas asalariadas representan el 86,3% en el caso de las mujeres ocupadas y el 78,7% en el de los hombres. La situación más ventajosa para la mujer sólo se produce entre las personas asalariadas del sector público, que en el caso de las mujeres representan el 19,5% del total de ocupadas, cifra que desciende al 11,9% en el caso de los hombres.

Pero el caso más flagrante de segregación se produce en la escala de ocupaciones: mientras las mujeres sólo ocupan el 30,8% de las categorías profesionales más altas (directores y gerentes), entre las ocupaciones elementales, las más bajas, alcanzan un 68,19%.

Jornada laboral parcial y contratación temporal

Otro aspecto que refleja claramente las peores condiciones laborales de las mujeres con respecto a los hombres son los tipos de contratos que se les realizan. Según los datos del cuarto trimestre de 2015, el 69,6% de las mujeres ocupadas tienen un contrato indefinido y el 30,4%, temporal, frente al 77,4% y el 22,6%, respectivamente, en el caso masculino. Desde otro punto de vista, 46 de cada 100 personas ocupadas con contrato indefinido son mujeres, mientras que de los contratos temporales, 56 de cada 100 corresponden a mujeres. La brecha de temporalidad sigue siendo importante, pero se mantiene inalterada dado que la contratación temporal ha aumentado tanto entre los hombres como entre las mujeres.

Por otro lado, las mujeres acaparan un 82% de los contratos a tiempo parcial, porcentaje que se reduce al 38% de los contratos a tiempo completo.

Esta realidad se debe, por una parte, a la discriminación empresarial que lleva a ofrecer en mayor medida los contratos a tiempo parcial a las mujeres (en este caso, las mujeres no deciden este tipo de contrato) y, por otra, a que la mujer sigue siendo fundamentalmente quien se encarga de la esfera privada (cuidado de dependientes, del hogar, etc.), lo cual le obligaría a optar por este tipo de contrato para realizar ambos trabajos y tratar de reducir el estrés de la doble jornada.

No hay que olvidar que la falta de corresponsabilidad por parte de los hombres en las tareas del hogar y el cuidado familiar sigue siendo una realidad cotidiana. Baste destacar que durante el año 2014, último sobre el que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha ofrecido cifras, en Navarra, las excedencias por cuidado de familiares correspondieron en un 84% a mujeres, mientras que en las excedencias por cuidado de hijos, el porcentaje se elevó al 95%. Y en lo relativo a los permisos por maternidad, un 96,5% fueron percibidos por las madres y un 3,5% por los padres.

Brecha salarial

Por último, como ya denunció la UGT con motivo de la celebración del Día por la Igualdad Salarial, Navarra sigue siendo la Comunidad con las mayores divergencias de ganancias entre mujeres y hombres, ya que brecha salarial se situó en 2013 (último año sobre el que existen datos oficiales) en el 30,46%, la más alta desde 2010, año desde el que las diferencias salariales han aumentado en 4,32 puntos.

La última Encuesta anual de Estructura Salarial que publica el Instituto Nacional de Estadística constata que, mientras en Navarra la ganancia media anual por trabajador en 2013 fue de 23.836,93 euros, el salario medio masculino se situó en 27.848,15 euros y el salario medio de las mujeres en 19.364,43 euros.

La brecha salarial aumenta conforme disminuye el nivel de ocupación, pasando del 23,87% entre las ocupaciones más altas, las de menor presencia femenina, al 37,60% entre las más bajas, que son también las que registran un mayor porcentaje de mujeres.

Retrocesos en materia de igualdad

A la vista de estos datos, la Secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de la UGT de Navarra, Maite Pérez, considera que “estos cuatro años de legislatura del PP han significado una involución en materia de igualdad. Se han producido retrocesos en derechos, reformas laborales, políticas de austeridad y recortes sociales para la ciudadanía con un fuerte impacto para las mujeres”.

La responsable de UGT añade que” la débil recuperación económica y del empleo que se está experimentando en estos dos últimos años, no está teniendo ninguna repercusión para la mujer, que sigue viendo bloqueado mayoritariamente su acceso al mercado laboral y que cuando se produce, se traduce en unas condiciones de precariedad, segregación y desigualdad desgraciadamente crecientes”.

“La lucha por la igualdad y el destierro definitivo de la segregación por razón de género, sigue siendo uno de los retos pendientes, que nos vemos obligadas a volver a reivindicar en este 8 de marzo de 2015”, concluye Maite Pérez.

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