La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto instalar en las carreteras secundarias cámaras que detecten si el conductor está haciendo uso del teléfono móvil y si los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón de seguridad.
Se trata de un proyecto sin fecha concreta para su implantación, aunque, según informan fuentes de Tráfico a TVE, tardaría en hacerse realidad al menos seis meses.
El objetivo es dar un paso más para reducir la siniestralidad en las vías convencionales o secundarias, donde se produce entre un 70 y un 80% de los accidentes con víctimas mortales. En estas carreteras ya se han adoptado otras medidas de control, como la instalación de radares de tramo para sancionar los excesos de velocidad.
Con estas cámaras, parecidas a los radares, se recogería la imagen, pero no medirían la velocidad. Tráfico ya adelanta en su revista mensual que el número de cámaras podría ser de 70 en un principio y asegura que son capaces de captar unas 50 imágenes por segundo y comprobar si se está usando el cinturón o se utiliza el móvil al volante. Así, se podrán ver una a una las imágenes e identificar el vehículo.