Según un estudio sobre su impacto económico, esta prestación contribuye a crear o mantener 801 puestos de trabajo y permite la recaudación de 10,69 millones en impuestos
Los 63,88 millones de euros invertidos por el Gobierno de Navarra el año pasado en la renta de inclusión social supusieron un retorno de 64 millones en la economía de la Comunidad Foral, según se desprende de un informe sobre el impacto económico de esta prestación.
El informe concluye que el importe destinado a financiar la renta de inclusión social ayudó a crear o a mantener 801 puestos de trabajo y permitió la recaudación de 10,69 millones de euros en impuestos.
Esta valoración económica se empleará para el diseño de la nueva renta de inclusión social, que pasará a denominarse renta garantizada, y cuya elaboración ya ha comenzado el Gobierno de Navarra con la colaboración de profesionales, expertos y organizaciones sociales, dando cumplimiento al Acuerdo Programático para esta legislatura.
Así lo han manifestado los vicepresidentes de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, y Derechos Sociales, Miguel Laparra, en la rueda de prensa que han ofrecido tras la sesión ordinaria de Gobierno en la que han presentado el estudio al resto de miembros del Ejecutivo.
Dicho análisis, según han explicado, ha sido elaborado por personal técnico del Gobierno de Navarra con el objetivo de conocer qué cantidad de la invertida en renta de inclusión social retorna a la economía navarra, puesto que las personas que reciben esta prestación realizan una serie de gastos reflejados en su consumo.