Un gobierno «sensible» a las demandas de los ciudadanos debería saber rectificar cuando los propios ciudadanos se lo piden y cuando hasta las propias instituciones salidas de un proceso electoral, en este caso Ayuntamientos, lo piden también.
Ante la previsible petición del Ayuntamiento de Sangüesa para que el Gobierno de Navarra de marcha atrás y vuelva a celebrar en el Castillo de Javier los actos institucionales del Día de Navarra, la presidenta Barkos, debería reconsiderar su decisión y aceptar la vuelta a Javier de dichos actos, así como la entrega de los Premios Principe de Viana a Leyre.
Aquella frase de «un gobierno para todos», empleada demagógicamente por el gobierno recién salido de las urnas, bien pudiera transformarse en algo real. No se entiende que en el símbolo por antonomasia de esta región foral, se impida la conmemoración de un día, el de Navarra, que debería ser de homenaje a unos antepasados que, como San Francisco Javier o los Reyes de Navarra, hicieron de esta tierra lo que es hoy.