El precio del petróleo también cae por la amenaza de nuevos suministros, que se agregarían a la actual sobreoferta. El levantamiento de las sanciones comerciales a Irán, como parte del acuerdo nuclear, abre las puertas del petróleo iraní hacia el resto del mundo.
Los problemas de China tuvieron efectos colaterales sobre el crudo, que ayer cerró a menos de 30 dólares el barril por primera vez desde fines de 2003, a 29,42 dólares. La volatilidad continuará dependiendo de la dirección que tome la economía global y su impacto sobre la demanda de crudo.
En China, la segunda mayor economía del mundo después de Estados Unidos, el crecimiento de fondo sigue perdiendo impulso. La semana que viene, el gobierno seguramente anunciará que durante 2015 el crecimiento se enfrió hasta apenas un 6,9%. Esa cifra, que sería la envidia de muchas naciones, marcaría el desarrollo más bajo de China en los últimos 25 años.
China y otras economías asiáticas pujantes se han convertido en importantes compradores de las exportaciones de petróleo de Arabia Saudita e Irán, en especial desde que Estados Unidos produce más petróleo y, por lo tanto, importa menos crudo.
Si la debilidad china provoca una abrupta caída de la demanda, los grandes productores seguramente aplicarán descuentos aún mayores para atraer compradores.
El precio del crudo también está pisado por la flexibilización de las sanciones comerciales sobre Irán, que podría concretarse en los próximos días. En los últimos años, esas sanciones frenaron la producción y exportación del crudo iraní. De ser levantadas, Irán podría empezar a escalar su producción y reanudar las ventas a sus ex clientes de Europa y otros países.
Los analistas afirman que en este momento, en los mercados cunde un humor muy negativo, y que los operadores apuestan a que los precios del crudo bajarán todavía más, para colocarse incluso en el rango de los 20 dólares por barril.
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