La hambruna amenaza a 40.000 personas en la ciudad sitiada de Madaya, en Siria
La ciudad siria de Madaya se muere de hambre. Lleva meses en crisis, asediada, pero su situación se ha agudizado en los últimos días y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha advertido de que «miles» de vidas se encuentran amenazadas por la falta de suministros. Camiones con comida para alimentar durante un mes a los 40.000 habitantes de la localidad se encuentran esperando para poder entrar en la villa, que se encuentra cercada, según ha explicado Bettina Luescher, portavoz del PMA.
La ciudad se encuentra en manos de los rebeldes sirios y está sitiada desde hace más de un año por tropas del régimen de Damasco. El pasado octubre ya dejó de entrar comida alguna y los vecinos no pueden ni escapar ni buscar alimento en pueblos vecinos porque todo el perímetro de la villa está sembrado de minas antipersona. El encierro es total y los bombardeos del Ejército de Bashar el Asad, constante.
El Consejo de Seguridad de la ONU se ha reunido este viernes, a petición de miembros occidentales, para exigir a los contendientes sirios que cesen los asedios que perjudican a la población civil. El encuentro tiene lugar un día después de que nuevos convoyes, en los que participa Unicef, hayan alcanzado las localidades cercadas de Madaya, Fua y Kefraya.