La postura del PSOE de facilitar la creación de grupos parlamentarios en el Senado, a partidos que defienden la independencia respecto de España es una decisión que pudiera calificarse, como de auténtico mazazo a la unidad de España.
Supone además que al poder formarse grupo, se reciban cuantiosas subvenciones a cargo de los presupuestos del Estado que pagan todos los españoles.
El señor Sánchez, líder de los socialistas españoles, no debería hipotecar a todo un país para alcanzar su momento de gloria, cual ser investido como Presidente del gobierno. A los nacionalismos excluyentes no se les debería dar oportunidad de, un día sí y otro también, ser noticia. Con estas actitudes «buenistas», que esconden maquiavelismos electorales, ganan los que no quieren pertenecer a este país y pierden sus ciudadanos.
Para sobrevivir políticamente, que es lo que hace el señor Sánchez, puesto que pierde elección tras elección, no hacen falta «estas alforjas». El PSOE se encamina a la hecatombe con este tipo de actuaciones. No se debería permitir que por la supervivencia de una persona, se ponga en tela de juicio todo lo realizado hasta ahora