Vecinos de la ciudad libia de Zlintan mantuvieron retenido al presidente del Gobierno de unidad de Libia designado por la ONU, Mohamad Fayez al Serraj, a quien acusaron de traición, quien hoy abandonó el país rumbo a Túnez, donde está establecido su Ejecutivo.
Al Serraj había viajado el viernes a Zlintan para expresar sus condolencias a las familias de las cerca de 65 personas que el jueves murieron en un atentado suicida contra una base militar, cuya autoría ha sido reivindicada por la rama libia de la organización yihadista Estado Islámico (EI).
«Hemos llegado a un acuerdo para poner fin a las protestas. Así Al Serraj pudo marcharse del país», dijo Mohamed Isamil, portavoz oficial del Gobierno de unidad nacional.