Los mercados chinos cerraron anticipadamente el lunes y el jueves
El regulador ha decidido eliminar la suspensión automática de los parqués
Las Bolsas chinas se han estabilizado este viernes y el índice general de Shanghái, su principal indicador, ha cerrado con ganancias de un 1,97%, después de los fuertes desplomes, superiores al 7%, que forzaron su cierre rápido el lunes y el jueves.
El índice general de Shanghái recuperó 70,52 puntos para quedar en los 3.186,41 enteros, mientras que en la Bolsa de Shenzhen, el indicador local ganó también al cierre otro 1,2% y terminó en 10.888,91 unidades.
Ambos mercados iniciaron el día al alza, después tuvieron una breve fase de fuertes descensos, y luego se recuperaron para pasar el resto de la sesión en positivo, después de que en la noche del jueves el regulador nacional anunciase la suspensión, a partir de esta jornada, del mecanismo interruptor del mercado aplicado desde el lunes.
Un mecanismo interruptor con efectos indeseados
El resultado de esta jornada demuestra hasta qué punto el mecanismo interruptor del mercado, que estaba pensado para evitar los fuertes desplomes continuados del verano pasado, y empezó a aplicarse precisamente el lunes, en realidad había estado induciendo al pánico a los inversores individuales, que son determinantes en China.
Las dos principales Bolsas chinas vivieron el jueves la sesión más breve de su historia, tras apenas 28 minutos de operación (de los que sólo 13 fueron de cotización real), al aplicarse este interruptor, que suspendía por 15 minutos la cotización si un índice mixto (el CSI 300) cae más de un 5%, y cerraba automáticamente si alcanza el 7%.
Por este motivo, el regulador bursátil anunció a última hora de la noche del jueves la suspensión temporal de este sistema para «mantener la estabilidad del mercado», ya que «aunque no es el principal motivo de su desplome, no ha conseguido cumplir con los efectos esperados», por lo que se estudiará su reajuste.
Otro factor que ha influido en que vuelva la tranquilidad a los parqués chinos es la ampliación de las limitaciones de venta para los grandes inversores. Este jueves el regulador chino fijaba que los grandes accionistas (propietarios del 5% o más del capital de una empresa) no podrán desprenderse de más de un 1% en un plazo de tres meses, y además estarán obligados a anunciarlo al mercado con al menos 15 días de antelación.