Los explosivos usados en los atentados pudieron ser fabricados allí. El apartamento, en el distrito de Schaerbeek, fue registrado el 10 de diciembre
La Fiscalía federal de Bélgica ha informado este viernes de que ha encontrado huellas dactilares de Salah Abdeslam, uno de los sospechosos de los atentados del 13 de noviembre en París, en un apartamento.
En el lugar también se han hallado restos de explosivos (concretamente, peróxido de acetona) y cinturones hechos a mano que podrían estar destinados a transportar el explosivo. Los investigadores no descartan que los explosivos usados en los ataques fueran fabricados en este apartamento, según informa Reuters.
El apartamento se encuentra en el distrito bruselense de Schaerbeek y fue registrado el pasado 10 de diciembre. Había sido alquilado bajo un nombre falso que podría haber sido usado por un sospechoso que se encuentra ya detenido.
Salah se encuentra en búsqueda y captura tras los ataques, en los que supuestamente participó junto a su hermano Brahim, quien se suicidó con un cinturón de explosivos en el bulevar Voltaire.
Los cinturones de explosivos de los atentados de París se fabricaron en Bruselas
Los cinturones de explosivos empleados por los terroristas que perpetraron los atentados de París el pasado 13 de noviembre fueron fabricados en Schaerbeek, uno de los municipios de Bruselas, según han informado varios diarios locales.
En concreto, fueron fabricados en un apartamento de este distrito que fue alquilado por uno de los sospechosos detenidos por las autoridades belgas y se cree que también sirvió de refugio a Salah Abdeslam, el único de los miembros del comando que no murió aquella noche, tras los atentados.
Según informa el diario ‘De Standaard’, el ‘taller’ para la fabricación de las bombas fue descubierto el pasado 9 de diciembre, pero la información no se había revelado hasta ahora. Los investigadores encontraron en él restos de explosivos así como tres cinturones cosidos a mano y que podrían emplearse para el transporte de cargas explosivas.
Dichos cinturones explosivos, que posteriormente emplearon los kamikazes en los atentados contra la sala Bataclan y en los alrededores del Estadio de Francia, fueron ensamblados en las habitaciones de un hotel alquiladas por Abdeslam en los alrededores de París.
Durante el registro del apartamento, los investigadores también consiguieron localizar una huella digital de Salah Abdeslam, por lo que sospechan que éste podría haber estado allí tras huir de París hacia Bélgica tras los atentados que dejaron 130 muertos.
