¡Han llegado los Reyes!, frase que hoy miles de niños y de padres habrán repetido, una y otra vez, contentos, ilusionados, antes de abrir los regalos que Sus Majestades habrán llevado a sus casas.
Una realidad, algunos empeñados en hacerlos desaparecer, inventan magas, anulan toda referencia a un Niño nacido o se inventan falsas fiestas atmosféricas, laicas -como así las llaman- o civiles.
La sociedad europea y española, de profundas raíces cristianas, no debería olvidar los valores tradicionales que la han hecho triunfar. Los falsos profetas que hoy se encuentran en cada esquina, no deberían hacer olvidar lo que es innato en la sociedad. En épocas como estas, en las que parece que el mundo se acaba por guerras, bombas -la última de hidrógeno-, hambre, populismos de baratija y nacionalismos trasnochados, la ilusión, la magia de los Reyes Magos, debería imponerse.
¡¡Felices Reyes!!