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OPINIÓN: La traición de l@s mediocres

OPINIÓN: La traición de l@s mediocres

Resulta extremadamente compleja la situación por la que atraviesa nuestro país, la izquierda y más en concreto su partido mayoritario hasta ahora, el PSOE.

Volviendo la vista atrás, hace apenas unos meses las gentes más activas, inquietas, la vanguardia del mismo apostó en unas primarias trucadas por aquel que de los tres presentados representaba los valores esenciales del socialismo, de la izquierda en el socialismo: José Antonio Pérez Tapias. Con el apoyo de la única corriente organizada y legalizada, Izquierda Socialista, defendió propuestas de profundo calado como el necesario giro a la izquierda, abrir un proceso constituyente que pudiera cambiar el modelo de estado hacia una III República, el Estado Federal Plurinacional, derecho a decidir, o la supresión del artículo 135 de la Actual Constitución que condena a las capas populares al sufrimiento y la marginación.

Como era de esperar a pesar de que la mayoría de la afiliación socialista comulga con esas ideas, fueron ampliamente derrotadas por el rodillo de los aparatos, en especial de Andalucía, que habían apostado fuerte por una figura que consideraban más manejable y acorde con sus intereses y así un bisoño Pedro Sánchez se hizo con su SG. Eso después de que Susana Díaz se dejara querer apostando posteriormente por otro momento mejor. Qué cruel es la política, cuando alguien apoya a un compañero con el oscuro deseo de que no tenga éxito para así poder ocupar su lugar.

La izquierda del partido dividida entre Tapias y Madina a pesar de sumar más del 50 % tuvo que dar un paso atrás y esperar otro instante mejor. Un instante que no llegará ahora ante la continua sangría que en ese trayecto ha tenido, incapaz de aprovechar la oportunidad que le daban unas bases deseosas de un cambio de rumbo en el PSOE.

Así llegamos a las elecciones del 20-D, en las que aunque Pedro Sánchez salvó los muebles con unos resultados mejor de los esperados, cometió el “pecado imperdonable” de apostar por intentar un gobierno alternativo a Rajoy y su PP desde la misma noche electoral.

Sonaron así todas las alarmas en los poderes fácticos, financieros, económicos, mediáticos, en los viejos barones anclados en el pasado, en una Susana Díaz que ya se veía en su silla y temía que esa operación pudiera cuajar desbaratando así sus planes, e incluso entre los damnificados de su breve mandato, Madina y Gómez que aún compartiendo esa propuesta saltaban cual lobos hambrientos en búsqueda de una víctima que consideran debilitada.

La parte más oscura de la actividad política se abría paso en el interior del PSOE avergonzando a sus ancestros, en especial su  fundador Pablo Iglesias que si levantara la cabeza echaría a latigazos del templo a estos irresponsables.

Así nos encontramos ahora a un Pedro Sánchez a los pies de los caballos, defendiendo lo que en las primarias hicieron sus oponentes y perseguido por quienes le auparon a la SG. Con la tremenda paradoja que esas bases que votaron a Madina y especialmente a Tapias observan con asombro, que quien tuvieron en frente ahora se encuentra a su lado mientras los que manejaban los aparatos que consiguieron derrotarles, aparecen a sus espaldas intentando acuchillarle cual Julio César actual. ¿Recordáis una anterior reflexión sobre “guárdate de los idus de Marzo Pedro Sánchez”? Paradojas de la política.

La traición de los mediocres que controlan un centenario partido no sólo está siendo a su líder, también pretende serlo a su base social a la que quieren condenar a cuatro años más de sufrimiento con Rajoy y su PP. Esta bastarda operación no sólo intenta liquidar a Pedro Sánchez, también vender su primogenitura por un plato de lentejas a sus enemigos de clase.

¿Cómo evitarlo? Ciertamente es difícil empeño ante la fortaleza del enemigo, pero sólo gana quien resiste y aún existe una oportunidad de desbaratarla. Para ello haría falta un paso hacia delante de quienes pueden liderarla, que son realmente pocos ante la deserción de Madina y Tomás Gómez. Sólo figuras respetadas entre las bases más activas, más revolucionarias podrían conseguirlo. Gentes como Pérez Tapias, Odón Elorza e incluso Miquel Iceta deberían ponerse a ambos lados del SG y dar la batalla contra l@s traidores.

Aunando fuerzas, conectando con unas bases que no desean consentir un nuevo gobierno de Rajoy por acción (permitiéndolo ahora) u omisión (provocando su fortalecimiento a través de unas nuevas elecciones que nadie duda se lo daría). Sólo con la valentía de buscar un gobierno de progreso, con la audacia de intentarlo, la imaginación de buscar nuevas soluciones para viejos problemas que eliminen escollos que ahora parecen insuperables y generosidad para consensuar propuestas eso será posible.

Desmontar desde dentro del PSOE con la fuerza de sus bases la oscura y sucia operación puesta en marcha para defenestrar a su SG. Acabar con la suicida ambición de algunas y darle la vuelta a una situación insostenible.

No existe otra alternativa que dar la cara y si hace falta morir con las botas puestas. Sánchez, Tapias y Elorza podrían conseguirlo si se sitúan codo con codo y plantan cara a los traidores. Aún se puede parar este desastre y la obligación es intentarlo. Con el apoyo, la colaboración de Izquierda Socialista y de todos los sectores de izquierdas que aún quedan dentro.

Ahora la decisión de la CUP del pasado domingo allana el camino. Si Artur Mas hubiera sido investido President la posibilidad de un gobierno de progreso se habría esfumado. Las poderosas fuerzas que se oponen al mismo habrían hecho una presión insufrible contra Pedro Sánchez alegando que el Estado estaba en peligro y las opciones de Gran Coalición o de permitir un gobierno del PP subirían como la espuma. Esto unido a las sensatas declaraciones de Pablo Iglesias de ese mismo día abren una oportunidad histórica de hacerlo realidad.

Pero no bastaría solo con la ganar la batalla interna dentro del PSOE, se necesita también la complicidad de las otras izquierdas, en especial Podemos que debe entender que este es un momento histórico en el que las ambiciones partidistas deben quedar aparcadas en beneficio del bien común. Ayudar a Pedro Sánchez en su batalla también es una obligación para los líderes de Podemos. Juntos, socialistas, podemitas, gentes de la Unidad Popular, de las izquierdas independentistas, incluso de nacionalistas progresistas, podemos parar a la derecha y estamos obligados a ello. Unas nuevas elecciones la fortalecerían de manera definitiva y nuestra clase no nos lo perdonaría en 50 años.

Este es el momento, este el lugar de unir fuerzas, de luchar y vencer.

José Luis Úriz Iglesias, afiliado al PSC viviendo en Navarra

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