Los insurgentes afganos han comenzado el año nuevo en Afganistán con una serie de ataques contra importantes objetivos, entre ellos el de hoy a un consulado indio, que aún no ha concluido, y un atentado con coche bomba cerca del aeropuerto internacional de Kabul.
En la acción iniciada anoche contra el consulado de la India en Mazar-i-Sharif, capital de la provincia norteña de Balkh, han muerto hasta el momento dos de los seis atacantes, que se encuentran rodeados por las fuerzas de seguridad afganas en un edificio próximo a la legación diplomática.
«El ataque se está prolongando porque nuestras fuerzas especiales están siendo muy cuidadosas para impedir víctimas entre los civiles al tratarse de un área residencial», afirmó el portavoz de la Policía provincial, Shirjan Duranai.
El embajador de la India en Kabul, Amar Sinha, aclaró a través de su cuenta de Twitter que todo el personal del consulado se encuentra «a salvo», en un ataque que se produce sólo dos semanas después de la visita a Afganistán del primer ministro indio, Narendra Modi.
«Debemos apoyar a Afganistán sin fecha límite porque se están levantando nuevas nubes de extremismo y terrorismo, incluso mientras las viejas continúan oscureciendo nuestros cielos», dijo entonces Modi en un discurso.
Los talibanes han ganado terreno en diversas áreas del país en los últimos meses y el pasado septiembre tomaron temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la caída del régimen con la invasión estadounidense, en 2001.