Los documentos filtrados desvelan malversación en las cuentas vaticanas. Francisco recuerda que él pidió la realización de los informes económicos
El papa Francisco se ha pronunciado por primera vez sobre el robo y divulgación de documentos reservados del Vaticano, un acto que ha condenado y ha calificado como «deplorable» y recuerda que se trata de informes que él mismo pidió para conocer el estado de sus cuentas y que las reformas económicas que impulsó a raíz de los mismos continuarán.
«Robar es un delito. Es un acto deplorable que no ayuda», ha lamentado el Santo Padre. Además Francisco ha asegurado que él y sus colaboradores ya conocían el contenido de los informes económicos que han sido publicados ya que según ha explicado él mismo había pedido que se hiciera el estudio.
Estos documentos han servido para la publicación de dos libros (el último de ellos salió a la venta el pasado jueves) sobre la malversación de fondos, corrupción y gastos de lujo en el Vaticano.
«Yo mismo había pedido que se hiciera ese estudio, y esos documentos yo y mis colaboradores los conocíamos ya muy bien y ya se han tomado medidas que han dado resultados, algunos visibles», ha aseverado.
El Papa que ha expresado su pesar porque los fieles hayan sido «turbados» por las noticias que han circulado en pasado, ha confirmado que este «triste acto, no me aparta ciertamente del trabajo de reforma que estoy llevando adelante con mis colaboradores».
Asimismo ha concluido que la Iglesia se renueva «con la oración y con la santidad cotidiana de todo bautizado». «Os lo agradezco y os invito a continuar rezando por el Papa y por la Iglesia, sin dejarse turbar, yendo hacia adelante con fe y esperanza».
«Soberbia, avaricia e hipocresía»
Durante su catequesis, el papa ha alertado del peligro de que los cristianos se comporten como los doctores de la ley con actitudes de «soberbia, avaricia e hipocresía». Así ha criticado los comportamientos en apariencia solemnes -como estar los primeros para recibir saludos en las plazas u ocupar los primeros puestos en los banquetes pero bajo- porque según ha evidenciado esconden «falsedad e injusticia».
«Mientras se pavoneaban en público usan su autoridad para devorar la casa de las viudas’, que estaban consideradas-junto con los huérfanos y los extranjeros, como las personas más indefensas y menos protegidas», ha señalado.
El Papa ha sentenciado que «amar a Dios con todo corazón es servirlo en los hijos más pobres sin esperar nada en cambio». Improvisando el discurso ha contado ante todos los presentes en la plaza de San Pedro una anécdota para explicar que «la verdadera caridad se hace de lo que es necesario no de lo que sobra».
Asimismo, ha advertido de las consecuencias de «separar la oración de la justicia» y ha asegurado que «no se puede rezar y causar daño a los pobres». Además reflexionado sobre la diferencia entre «la cantidad y la plenitud».
«Puedes tener tanto dinero, pero estar vacío», ha señalado en este sentido. Así ha concluido que la verdadera «diferencia entre la cantidad y la plenitud no es cuestión de la cartera, sino del corazón». Finalmente ha alertado de las «enfermedades cardiológicas que hacen mirar solo a la cartera».
Un sacerdorte español detenido como sospechoso de filtrar documentos del Vaticano
