Un mexicano ha sido condenado a 10 años de prisión en EEUU por vender granadas caseras y explosivos a federales encubiertos en el sur del estado estadounidense de Texas
El ciudadano, Mario Alberto García-Balderas, de 45 años, ya había sido deportado dos veces de Estados Unidos y según dicta la Fiscalía local tras cumplir la sentencia lo será de nuevo.
El juez de distrito estadounidense de McAllen (Texas), Ricardo Hinojosa, ha dictado la pena máxima, es decir diez años en prisión. También ha sentenciado ocho años en prisión, de los cuales 30 meses serán cumplidos consecutivos a las condenas por el caso de armas de fuego, en un caso por separado donde se declaró culpable de reingresar ilegalmente a Estados Unidos tras ser deportado.
la investigación comenzó en el 2009 después de que agentes federales recibiesen información de que García-Balderas entregó artefactos explosivos improvisados a agentes encubiertos en tres ocasiones y por los que en total recibió casi 25.000 dólares.