El robot Curiosity de la NASA, que explora la superficie de Marte desde 2012, avanza ahora en dirección sudoeste después de dejar una región donde durante varias semanas investigó una zona geológica de contacto y rocas que tienen contenidos inesperadamente altos de sílice e hidrógeno. El hidrógeno indica agua unida a minerales en el suelo.
En esta región, conocida como «Marias Pass», el Curiosity utilizó exitosamente su broca para extraer una muestra de una roca de gran interés científico llamada «Buckskin».
El robot finalizó las actividades en Marias Pass el 12 de agosto, y continuó ascendiendo por el Monte Sharp.
La capa del subsuelo situada aproximadamente a un metro por debajo del robot en esta zona contiene de tres a cuatro veces más agua que en cualquier otro suelo sobre el cual el Curiosity haya pasado durante sus tres años en Marte, tal como subraya Igor Mitrofanov, del Instituto de Investigación Espacial en Moscú, Rusia, investigador principal del equipo del instrumento DAN instalado a bordo del robot.
El DAN detectó inicialmente el nivel inesperadamente alto de hidrógeno usando su modo pasivo. Más tarde, el robot regresó a la zona y utilizó el modo activo del DAN, en el que el instrumento dispara neutrones hacia el suelo y detecta aquellos que rebotan desde el subsuelo, pero preferentemente tras interactuar con el hidrógeno. Las mediciones confirman la presencia de material hidratado cubierto por una delgada capa de material más seco.