El tercer rescate de Grecia ha dado una respuesta temporal, pero no una solución permanente, a las dudas que la última crisis helena ha abierto sobre el futuro del país y del euro, una incertidumbre que ha tomado una nueva deriva con la renuncia de Alexis Tsipras y la perspectiva de nuevas elecciones.
«Grecia es y seguirá siendo irreversiblemente un miembro de la zona del euro», dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, una vez se aprobó el rescate de hasta 86.000 millones concedido a Grecia.