Que Podemos es una opción política basada en el revanchismo, la venganza y la depuración de quienes no son como ellos, a la manera de los tiempos del comunismo más recalcitrante, es algo que nadie parece pone en duda ya. Basta ver las declaraciones de diferentes estamentos de empleados públicos en todos los lugares de la geografía española donde gobiernan o apoyan gobiernos.
Las declaraciones de los propios miembros de Podemos tampoco ayudan a ello: “no puede resultar admisible que se mantengan ni un solo minuto las élites funcionariales íntimamente colaboradoras de las políticas a extinguir, particularmente quienes han ocupado puestos significativos con el gobierno cesante”.
Quizá la Coalición “Geroa Bai” se ha dado cuenta de ello (recuérdese que Uxue Barkos, gobierna con el apoyo de Podemos) y anuncia que se presentará con sus siglas en las próximas elecciones generales.
Los gobiernos de coalición como es el que forma ahora el gobierno de Navarra, a medio y a largo plazo pueden tener enormes problemas, cuando se apoyan en partidos en los que domina el revanchismo y la venganza.
Malos tiempos corren para la práctica de una política honrada que busca el bienestar de todos, repetimos todos los ciudadanos. Hoy la política, lamentablemente, busca satisfacer a los votantes que obtiene cada partido, olvidándose, de que, país hacemos todos.