El anuncio de cobro de comisiones dobles por parte de los grandes bancos españoles a los usuarios que no son clientes y que utilizan cajeros de sus entidades, es una mala noticia para los consumidores.
Se reacciona de esta manera ante la política de “comisiones cero” que bancos electrónicos como ING o EVO, aplican a sus clientes, y que les permiten usar cualquier cajero, sin verse repercutidos por comisiones bancarias.
En situaciones de crisis económica como la que vivimos, paradójicamente, los bancos son quienes más beneficios obtienen, puesto que para compensar un menor volumen de negocio prestatario y de depósitos bancarios, aplican comisiones para casi cualquier actividad que cualquier usuario quiere llevar a cabo en una entidad bancaria.
Debería recordarse que estas instituciones fueron agraciadas con miles de millones de euros, procedentes de los impuestos de todos los consumidores europeos, para afrontar su mala gestión llevada a cabo cuando la economía vivía momentos de bonanza económica.
Dichas entidades bancarias parece que harán caso omiso a las recomendaciones del Banco de España, que les recordaba que bastante comisiones cobran ya por las transacciones monetarias que se llevan a cabo en los cajeros.
El gobierno debería estar atento y actuar en consecuencia si sus normas, leyes o recomendaciones no son asumidas o acatadas por las entidades bancarias.