Dzhokhar Tsarnaev actuó a sangre fría y quería «aterrorizar» a Estados Unidos, afirmó el lunes la Fiscalía en su última declaración antes de que el jurado se retire para deliberar en el juicio por los atentados de 2013 en Boston.
El joven de 21 años, acusado de haber perpetrado junto a su hermano mayor Tamerlan (26) el peor ataque terrorista que vivió Estados Unidos desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, no mostró la mínima emoción, aunque podría ser condenado a cadena perpetua e incluso a la pena capital.
Vestido con una camisa y una chaqueta oscura, y a veces cabizbajo, el joven musulmán de origen checheno escuchó la declaración del fiscal en la sala de audiencia del tribunal federal donde se inició el juicio el 4 de marzo.
«Quería aterrorizar al país», dijo el fiscal adjunto Aloke Chakravarty. «Quería castigar a Estados Unidos por lo que le hace a su pueblo, y es lo que hace. Ese día, junto a su hermano, mató a dos mujeres jóvenes y a un pequeño niño (…) y dejó a 17 amputados».
Los atentados del maratón de Boston dejaron tres muertos y 264 heridos, al estallar dos bombas artesanales con pocos segundos de diferencia cerca de la meta el 15 de abril de 2013.
«Ese día creyeron que eran soldados, que eran muyahidines y que estaban aportando a su lucha en Boston», insistió el fiscal.
«Y 20 minutos más tarde», destacó, Dzhokhar Tsarnaev compró leche en un supermercado. Al día siguiente, regresó a su campus universitario, bromeó con sus amigos y retomó el Twitter, añadió.