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Responde con solo 2,7 años de prisión por cada asesinato
Tristeza, dolor e impotencia en las víctimas del terrorismo, «sobretodo porque todavía no ha esclarecido muchos asesinatos a los que él tenía acceso y podía haber dado mucha información para colaborar con la justicia, cosa que no ha hecho nunca»
Beneficiado por la Vía Nanclares y permitiendo el Gobierno la derogación de la Doctrina Parot, el Gobierno de Rajoy declara «perplejidad» y se lamenta.
El miembro de ETA Valentín Lasarte ha abandonado este lunes la prisión alavesa de Zaballa, acompañado de su esposa y otros familiares, tras cumplir 19 años de los 400 a los que fue condeno por una decena de asesinatos, entre ellos el del concejal del PP Gregorio Ordóñez y el del socialista Fernando Múgica.
La familia del etarra se ha presentado en la prisión a las 8.00 horas de este lunes y Lasarte la ha abandonado sobre las 8.20, como copiloto en el Peugeot 206 blanco que conducía su esposa.

Impotencia de las víctimas
«Lo que me produce impotencia es que al asesino de mi hermano jamás se le haya pedido la colaboración y jamás se le haya interrogado. Esta es la Justicia que tenemos en España, nos debería hacer reflexionar. Sale con dos años y siete meses por cada una de sus víctimas. Esto sólo ocurre en España», lamentó Consuelo Ordóñez, herrmana de Gregorio y presidenta de COVITE, en declaraciones a Europa Press tras conocer la pasada semana que el asesino de su hermano saldría de prisión.
Ángeles Pedraza, presidenta de Asociación de Víctimas del Terrorismo, ha afirmado respecto a la salida de prisión de Valentín Lasarte que “es tan dramática como cada vez que sale un terrorista, por lo barato que les sale matar. Es lamentable que en un Estado de derecho aunque hablemos de derechos humanos, los derechos sean siempre para los terroristas, porque queda claro que por lo general les cuesta matar 2 años y pico, al igual que De Juana Chaos. Por lo tanto, es un mal ejemplo porque si sale tan barato matar se seguirá haciendo.”
Respecto a la coincidencia de la salida de prisión de Lasarte con el error en la orden de detención de Plazaola, explica que “los errores políticos y judiciales solo los pagamos las víctimas del terrorismo. Actualmente los errores judiciales se ponen en la balanza a favor del terrorista. Cuando tuvo que salir Bolinaga, ocurrió lo mismo. La doctrina Parot era solo para Inés del Rio y se aplicó en menos de una semana a más de 60 terroristas. Por lo tanto, cuando la balanza es de la justicia al terrorista se firma todo rápido. De hecho, la doctrina Parot no se esperó ni a que viniera la sentencia traducida que es un requisito necesario, y sin embargo se aplicó.”
Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia, ha afirmado respecto a la salida de prisión de Valentín Lasarte que “no lo esperábamos pero desgraciadamente se ha producido y es un día triste, sobretodo porque todavía no ha esclarecido muchos asesinatos a los que él tenía acceso y podía haber dado mucha información para colaborar con la justicia, cosa que no ha hecho nunca.”
Falso arrepentimiento
Además, ha asegurado que “él pidió perdón de forma genérica, no a sus víctimas concretas. Nunca ha pedido perdón directamente a sus víctimas concretas. Hizo una carta tipo genérica y en el fondo eso no es arrepentirse. Le pusieron un modelo por delante y firmó pero nunca ha colaborado con la justicia, y que se le haya concedido la libertad supone que no se ha cumplido con los requisitos del Código Penal. Por lo tanto, hay manga ancha y mano poco firme a la hora de aplicar ley al caso concreto de los etarras.”
Respecto a la coincidencia de la salida de prisión de Lasarte con el error en la orden de detención de Plazaola, explica que “estas coincidencias ahondan un poco más las cicatrices y hacen saltar los puntos de las heridas. Es un día triste porque entendemos que no se ha aplicado correctamente el Código Penal, especialmente el artículo de la reducción de condenas por colaborar con la Justicia, porque nunca esclareció ninguno de los atentados a los que pudo tener acceso.”
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha señalado que ha recibido con «perplejidad» la noticia de la salida de prisión de Valentín Lasarte y que, «como el conjunto de los ciudadanos», tiene el «sentimiento» de que el Estado de Derecho a veces no responde «adecuadamente» a los principales desafíos de la sociedad. Por su parte el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se ha negado este lunes en Ceuta a «enjuiciar» o «valorar» la puesta en libertad del etarra Valentín Lasarte, pero ha vuelto a lamentar la derogación de la ‘doctrina Parot’, decisión que atribuye al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo -nada dice de su apresurada aplicación, el Gobierno de Mariano Rajoy se inhibió- que según ha lamentado está permitiendo que a algunos terroristas «cada asesinato les está saliendo por nueve o diez meses de cárcel».
En declaraciones a los periodistas tras la inauguración de la Oficina de Protección Internacional de la frontera del Tarajal el ministro ha mostrado su «respeto a la separación de poderes» y ha recordado su posición «muy contraria» a la invalidación de una doctrina judicial «elaborada por el Tribunal Supremo y avalada por el Tribunal Constitucional», cuya pérdida de vigencia «ha permitido la salida de prisión de sesenta y tantos terroristas, a algunos de los cuales cada asesinato les ha salido por nueve o diez meses de cárcel, y de violadores que han recaído hasta participando en algún asesinato, por lo que han vuelto a ser encarcelados».
Sobre el caso de Lasarte se ha limitado a apuntar que su liberación es la consecuencia de «una decisión judicial según la cual ha cumplido su condena tras 19 años de prisión», pese a que fue condenado a más de 300 por participar en un total de siete asesinatos terroristas. «Si no hubiera sido por la derogación de la ‘doctrina Parot’ en el TEDH y por los beneficios penitenciarios que se le han aplicado esto no hubiera sucedido, pero en un Estado democrático y de Derecho no debo hacer más comentarios», ha concluido.
Lasarte fue miembro del ‘comando Donosti’ de ETA a mediados de los años noventa a las órdenes del que fuera jefe militar de la banda en esos momentos, Francisco Javier García Gaztelu, ‘Txapote’. Fue condenado a más de 300 años de cárcel por participar en un total de siete asesinatos terroristas. Ya se le habían concedido varios permisos de salida de la cárcel (queda en libertad con un permiso solicitado y pendiente de decisión). Algunos de ellos generaron polémica, como el que disfrutó en mayo de 2013 en Lodosa (Navarra).
Durante los días que duró aquel permiso, Lasarte tenía que acudir a firmar a diario al cuartel de la Guardia Civil donde trabajaban agentes que en 1995 sufrieron el atentado contra la Casa Cuartel de Arnedo (La Rioja). Aquel atentado fue atribuido al ‘comando Donosti’ de ETA del que él formaba parte en aquel momento.
Desde las víctimas se denunciaba la concesión de estos permisos al entender que para ello es preciso que los terroristas cumplan con todos los requisitos que marca la ley, incluyendo la colaboración con la Justicia. Durante un juicio celebrado en 2014, Lasarte evitó incriminar a su excompañero terrorista Juan Ramón Carasatorre, alias ‘Zapata’, en el asesinato al brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría el 10 de abril de 1995. Durante la sesión del juicio en el que compareció como testigo, alegó haber olvidado detalles del atentado ya que había «dejado atrás esa etapa» tras haberse desvinculado con la banda por su disconformidad con la «continuación de la lucha armada».