Las declaraciones del secretario general de UGT, Candido Mendez, sobre las medidas que va a tomar el sindicato para erradicar la corrupción interna, no dejan de ser sorprendentes. Son muchos los años que Méndez lleva dirigiendo esta organización, y aún parece que quiere seguir. Además es precisamente durante su mandato, cuando se han alcanzado elevadas cuotas de corrupción.
No vale decir, «yo no sabia nada», cuando se ostentan responsabilidades políticas y sociales. Los lideres deben saber asumir los errores y » marcharse a casa» cuando se demuestra su mala gestión.
Una manera de limpiar los excesos cometidos, deberia ser una total renovación de los cargos sindicales y asumir que solo se puede vivir de las cuotas de afiliados, no de las subvenciones.
Y con esto no se pretende aconsejar.