Que un nuevo etarra se fuge por, de nuevo, un chivatazo, es algo que ya no sorprende a nadie.
Cuando existe una hoja de ruta entre gobiernos y terroristas, que socava al Estado de Derecho, sin importar quienes están enterrados por obra gracia de la violencia etarra, no extrañan estos comportamientos.
Bolinagas, de Juanas Chaos y demás deben estar muy satisfechos ante la situación. Si a ello añadimos la connivencia de estados, auto llamados defensores de la libertad, como Venezuela, que mantienen y sostienen a terroristas; si a esto añadimos a los Iglesias, Monederos, Errejones y compañia, firmes defensores de régimenes politicos como los de Venezuela, podemos entenderlo todo.
Se impone una reacción ante estos comportamientos.