Estamos en plena efervescencia propagandística en tiempos de elecciones forales en Navarra. Resulta escandaloso, cuando menos, atender un poco al vocabulario político de los candidatos y candidatas de la Comunidad Foral. Curiosamente, se sigue utilizando, exactamente igual que desde la época de la II República, la técnica de la bambalina entre nacionalistas y fueristas. Pero lo alarmante es que, si bien desde entonces se mantienen las bases ideológicas entre unos y otros, sus diccionarios políticos se han desvirtuado. Creo que ya va siendo hora de replantear una terminología más adecuada al vocabulario político foral, pues el actual está haciéndole, creo, mucho daño a Navarra.
El término que más me interesa es Euskalerría (lo escribo tal está porque esta carta está redactada en español, lo mismo que si lo escribiera en vascuence redactaría Euskal Herria). Como hay términos que, si no es desde el idioma que los crea, a penas se pueden entender, voy a ir de la mano de la Real Academia de la lengua Vasca, quien especifica que Euskalerría es “el territorio geográfico por el cual se extiende la lengua vasca o euskera”. Por tanto, la palabra que mejor definiría en castellano Euskalerría sería “el territorio del euskera o vascuence”. Descubriremos pronto que el término no goza, per se, de ninguna connotación política: se sea nacionalista o no, nadie teme definir – no debería – que “el territorio del euskera” es, en España, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, y en Francia, las comarcas vascófonas del Labourd (Lapurdi), Baja Navarra (Behe Nafarroa) y Soule (Xiberüa). Incluso aquellos que son más reacios al vascuence en Navarra, no podrían nunca negar que la zona pirenaica del antiguo Reyno los ciudadanos se expresan fundamentalmente en tal idioma. Del mismo modo, decir “España” no es lo mismo que decir “Hispania”, en tanto que esta última responde al conjunto de países de habla castellana. De ahí que el “Día de la Hispanidad” se celebre con furor en América Latina, sin que ello suponga que las antiguas colonias vuelvan a pertenecer a la antigua metrópoli.
Ahora bien: si se desea que Euskalerría fuese un estado independiente (como pretende el nacionalismo), no quedaría más remedio que hacer lo que Sabino Arana, fundador del PNV, hizo: inventar un término nuevo, Euzkadi, para denominar dicho estado independiente. Hasta aquel momento del siglo XIX, Euskalerría era un término que definía lo ya expuesto, sin mayores matices, y muy utilizado siempre por los carlistas. De ahí que el famoso alavés Oriol Urigüen, accionista de la cabecera El Pensamiento Alavés, publicase en el primer ejemplar del mismo “este diario nace en Álava, Euskalerría, y es, por tanto, muy español”. O por ende, el último presidente de la Diputación Foral de tiempos de Franco, Don Amadeo Marco, dijera “a mí que no me hablen de Euzkadi, pues mi patria es Euskalerría”; o que el propio Diario de Navarra denominase a la Diputación Foral Navarra “la más alta institución de Euskalerría”. Las chapas que Juventudes Navarras repartieron los pasados San Fermines, con el lema “Perdona que me ría, Navarra no es Euskal Herria”, son, creo, un despropósito.
Queda pues claro que Euzkadi fue un término inventado por Arana para nombrar su proyecto. Sin embargo, los partidos de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) denominan “Euskadi” a su región, si bien ello no responde a la realidad creada por los jeltzales. La Izquierda Abertzale (IA), por su parte, tuvo en su momento la necesidad de diferenciar su proyecto del PNV, y empezó a utilizar “Euskal Herria” para denominar aquello que Arana ya había creado. Prueba de ello es que los diversos partidos de la IA en la época de la Transición siempre utilizaban “Euzkadi” como denominación para sus partidos, por ejemplo, Euzkadiko Ezkerra.
Del mismo modo, “País Vasco”, “País Vascongado” o simplemente “Vascongadas” se utilizó para denominar a Vizcaya, Guipúzcoa y Álava. Denominar hoy en día Euzkadi (o Euskadi) a la CAPV es, desde el pensamiento aranista, una incoherencia: es una comunidad de provincias vascas, que al igual que Navarra, gozaron de su propia soberanía foral (independiente entre sí); por lo tanto, la unión confederal de las provincias Vascongadas es una comunidad de territorios, no Euzkadi, ni mucho menos Euskalerría – en todo caso, una parte de esta última –. No serían pocos, sin embargo, quienes se echarían las manos a la cabeza si alguien denominase a la CAPV Comunidad Autónoma de las Provincias Vascongadas. Todo porque “Vascongadas” suena a “español”.
El último punto, con cierto ridículo, es cómo denominar al idioma que se extiende en Euskalerría: los fueristas navarros rechazan “euskera” y prefieren “vascuence”, y los abertzales al revés. Lo curioso es que ese “problema” sólo lo tenemos en España: las provincias vascófonas de Francia denominan al idioma “basque”; si un sujeto se expresa en basque, dirá “euskara” o “eskuara”. Tan sencillo como que nadie dice en castellano “yo hablo français”, y en francés “je parle español”. Lo que allí parece de sentido común, no lo es aquí: un vascoparlante podrá decir, en castellano, “yo hablo vascuence” (“je parle basque”), y en vascuence “nik euskaraz egiten dut”. Y eso no es política, es el propio funcionamiento lógico de un idioma. Pero cuando un idioma se politiza, pueden ocurrir cosas tan bizarras como ésta, que pueden llegar incluso a afectar a las toponimias (por ejemplo, obligar a escribir Bizkaia en castellano, cuando en español es Vizcaya, así como en inglés es Biscay).
Creo que los políticos de la CAPV y de Navarra deberían empezar a remodelar su vocabulario. Ni Euskalerría implica política, ni Euzkadi son tres provincias, ni es un pecado decir “vascuence” ni “Vascongadas”. Del mismo modo, Navarra es Navarra, tiene sus fueros, y políticamente hablando, no es Euzkadi – a menos que algún día lo decida –, pero en cuanto que en parte habla vascuence, es Euskalerría; y decir eso, que me perdonen las Juventudes Navarras, tampoco es un pecado.
Aitor Castañeda Zumeta, Doctorando en Comunicaciones Sociales por la Universidad del País Vasco
Interesante. Un par de apuntes:
-No resulta muy coherente manifestarse en contra de usar formas como ‘Bizkaia’ o ‘Gipuzkoa’ en castellano, y sostener que la forma correcta para ‘Euskal Herria’ en castellano es ‘Euskalerría’. La traducción correcta al español de ‘Euskal Herria’ es ‘País Vasco’ (es bastante literal). Si se quiere utilizar la forma del euskera en español, siguiendo la lógica del artículo, debería ser con las normas ortográficas de dicho idioma (Euscalerría).
-El término Euskal Herria sí es discutido y discutible, y eso además está muy bien. Hay mucha gente, particularmente en el campo del nacionalismo español (lo que es muy interesantemente llamado ‘navarrismo’) que considera que Euskal Herria se circunscribe exclusivamente a las zonas en las que la lengua vasca es mayoritaria o habitual, lo que deja grandes partes de las siete provincias fuera de dicha definición.
-De igual manera, no sé de dónde sale la idea de identificar el vocablo ‘Hispania’ con los territorios en los que se habla español. ‘Hispania’ es un arcaísmo que podríamos identificar con la península ibérica. En cualquier caso, para los «territorios del español» no tenemos un vocablo de uso generalizado, aunque podríamos usar algo así como ‘hispanofonía’, por analogía con la ‘la Francophonie’. O ‘Hispanosfera’, yo qué sé.
-Dices que ‘País Vasco’ se utilizaba para designar a las tres provincias, pero esto es un uso bastante moderno, hasta los años 70 bastante inusual. ‘País Vasco’ corresponde históricamente en general a las siete provincias, aunque se ha usado también en ocasiones el trasunto «País Vasco-Navarro». Para lo que hoy en día el discurso mayoritario denomina País Vasco, el nombre tradicional es, como bien has señalado, (provincias) vascongadas.
-No hay «obligatoriedad» de escribir formas como «Bizkaia» cuando se está escribiendo en español. Simplemente son las formas oficiales (las únicas formas oficiales). Personalmente no tendría inconveniente en que se mantuvieran como oficiales las formas del español, habida cuenta de que los idiomas oficiales son dos (al menos en la CAV). Fuera de un documento oficial, Vizcaya es una palabra castellana totalmente correcta e irreprochable.
-El rechazo al vocablo «vascuence» viene como reacción a una actitud percibida como de desdén, cuando no de desprecio y oposición activa a la lengua vasca. En cualquier caso, decir «euskera» en castellano no es incorrecto, puesto que es una palabra que hace tiempo que se incorporó al idioma. Tampoco lo es «vascuence», pero habida cuenta del rechazo que suscita, no estaría mal si se quiere optar por la forma más sencilla y directa: «vasco», o lengua vasca.
-«Navarra políticamente hablando no es Euzkadi». Sí que lo es. No es, obviamente, parte de ‘Euskadi’ o la Comunidad Autónoma Vasca, pero Euzkadi es un proyecto político inacabado, no una realidad material, que incluye desde el orígen a Navarra.
Un saludo.