El conjunto blanco deja al descubierto sus peores defectos ante un cuadro alemán que a punto estuvo de pasar a cuartos de final de la Champions
El Real Madrid se clasificó para los cuartos de final de la Liga de Campeones de fútbol a pesar de perder 4-3 en casa ante el Schalke 04, que hasta el final puso al campeón de Europa contra las cuerdas.
Cristiano Ronaldo rescató al Real Madrid antes del descanso con dos goles que pusieron el empate 2-2. Luego marcó Karim Benzema para los blancos, Sané logró el empate para el Schalke 04 y Klaas-Jan Huntelaar puso la emoción a cinco minutos del final, pero al conjunto alemán le faltó un gol más para dar la gran sorpresa.
El Schalke cedía la iniciativa y provocaba acciones a la contra que encontraban profundidad gracias a la escasa intensidad defensiva del Madrid.
Los únicos capaces de acallar los pitos de la afición merengue fueron, paradójicamente, los hinchas alemanes; se desgañitaban animando viendo que era posible el milagro de la remontada.
Modric entró al campo con media hora por delante y el Madrid mejoró sustancialmente bajo la batuta del croata que tanto ha echado de menos, pero el equipo seguía sin alma, con los brazos bajados. Y en un balón muerto rechazado por el propio jugador croata Huntelaar fusiló la meta de Iker, tocaba sufrir, un gol dejaba fuera a los blancos. Fueron diez minutos de agobio, pero el tanto no llegó. El equipo estaba en cuartos, aunque por el camino perdió el orgullo.
Huntelaar es el primeres jugador de la casa blanca que le anota un doblete al Madrid en Champions. Además es la primera vez desde 1991 que el conjunto español permite más de tres goles como local en este torneo.