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CARTA: Recortes en la atención a la Dependencia, sigue la sangría.

CARTA: Recortes en la atención a la Dependencia, sigue la sangría.

Txemas Mauleon

El pasado 29 de diciembre de 2014 se publicó en el B.O.N la Orden Foral 784/2014, de 15 de diciembre, por el que se produce un nuevo recorte en las ayudas a las personas en situación de Dependencia.

En concreto, esta orden deja sin ayuda económica a aquellas personas en situación de dependencia cuyo cuidador o cuidadora no reside en el mismo domicilio.

En la Orden Foral se intenta justificar el recorte por un cambio de la normativa Estatal, sin embargo, Navarra tiene competencias exclusivas en Servicios Sociales y tiene perfecta capacidad para poder mantener las ayudas a estas personas dentro de su propio marco competencial.

Hay que resaltar que a lo largo de la legislatura han sido numerosos los recortes aplicados a todo el sistema de atención a la Dependencia, primero por el Gobierno PSN-UPN y posteriormente solo por UPN. Más concretamente, en esta legislatura son los siguientes;

  • Recortes en las ayudas económicas de hasta el 24% en algunos casos, en 3 momentos diferentes de la legislatura.

  • Eliminación de la modalidad de contratación de personas cuidadoras no familiares. En 2011 había 1.174 personas contratadas que engrosaron las filas del desempleo.

  • Además no ha existido actualización del IPC desde 2012.

  • En las ayudas para asistente personal, recorte del 14,26%

  • En las prestaciones vinculadas a servicio, recorte del 15%, y en algún caso (según renta), hasta el 39,60%.

  • Eliminación del pago por parte de la administración del convenio especial de seguridad social de las personas cuidadoras. Esto ha llevado a que hayamos pasado en Navarra, de 1.332 personas cotizando a 225, las cuales se lo costean ahora de su bolsillo. Este recorte ha supuesto que 1.100 personas más aparezcan como desempleadas. Desde Izquierda-Ezkerra propusimos en su día una ley para que lo asumiera Navarra y UPN-PP-PSN se negaron a aceptarlo.

  • Eliminación de la mayor parte de las compatibilidades en las ayudas, lo que ha supuesto que pasemos de 325 a 14 personas que pueden compatibilizar el Servicio de Atención Domiciliaria con la ayuda económica. Igualmente, este recorte supone pasar de 53 personas a 0 las personas que compatibilizan el servicio de atención domiciliar con el servicio de atención diurna.

  • Eliminación de las ayudas a las personas en situación de dependencia moderada a partir de la entrada en vigor de una nueva orden foral.

  • 872 personas con derecho reconocido que no han accedido a la prestación. Anteriormente se cobraba desde el momento de la solicitud y ahora solo a partir de los 6 meses.

  • El conjunto de recortes ha supuesto que pasemos de invertir 42,4 millones de presupuesto en 2009 a 31,8 millones en 2014.

Estos recortes sociales están teniendo un efecto dramático en las aproximadamente 8.000 personas que tienen reconocida alguna prestación de Dependencia en Navarra (en su mayoría personas mayores y discapacitadas) y sus familias, muchas de ellas en una situación de máxima dificultad económica.

Si ya de por sí la inmensa mayoría de los cuidados recaen en las mujeres, con los recortes, a las dificultades económicas se añade la pérdida de la cotización a la seguridad social, con efectos muy negativos tanto desde el punto de vista del empleo (que no del trabajo que lógicamente siguen haciendo), y por supuesto, de cara a una posterior pensión por jubilación.

Más allá de la frialdad de los datos, hay que destacar las penurias humanas que estos recortes conllevan. El cuidado de personas dependientes, especialmente en casos de discapacidades graves y/o enfermedades mentales, alzhéimer, etc., supone a menudo para las y los familiares una carga de trabajo de estar pendiente las 24 horas del día, con un coste físico y psicológico muy fuerte. Si a ello le sumamos la penuria económica fruto de pensiones muy bajas en muchos casos y ayudas mermadas a la dependencia, la situación se vuelve dramática. Y por si fuera poco, precisamente por la vulnerabilidad, es un sector social que pese a la dureza de los recortes, tiene poca capacidad de organizarse para la movilización y la protesta.

Cuando se aprobó la ley de dependencia, generó unas expectativas sociales muy positivas. Se hablaba de desarrollar el “cuarto pilar del Estado de Bienestar”, y de los efectos positivos que para las personas dependientes, para la generación de empleo y para la mejora de la situación de la mujer iba a tener. Ya de por sí la ley empezó con una aplicación paulatina y escasa, si a ello le sumas los fuertes recortes que tanto desde el Gobierno del PP como desde el de UPN y en general las Comunidades Autónomas se han aplicado en los últimos años, podemos decir, que ni “pilar” ni “Estado de Bienestar”.

Darle la vuelta a esta situación es uno de los grandes retos sociales y políticos en una sociedad cada vez más envejecida. Un gobierno decente no puede si no concederle a esta problemática la máxima de las prioridades. Esperemos que los vientos de cambio tanto en España como en Navarra, lo hagan posible.

Txema Mauleón, parlamentario de Izquierda-Ezkerra.

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