El Senado ha celebrado este martes la primera sesión de control del año 2015, en la que ha comparecido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP). No celebra pleno desde el 16 de diciembre de 2014.
El portavoz de Entesa, José Montilla, le ha inquirido sobre la posibilidad de reformar la Constitución, a lo que el presidente ha respondido: «Ya he dicho muchas veces que no estoy en contra, pero en este momento no lo veo oportuno. La reforma de la Constitución requiere sosiego, tranquilidad y no hacerlo presionados por algunos», ha dicho en alusión a Cataluña.
Montilla le ha emplazado a reformar la Carta Magna para que siga siendo válida para otra generación y le ha advertido que el «empecinamiento» en no hacerlo «da alas a quienes proponen un nuevo orden constitucional».
Lo que se ha puesto en tela de juicio desde Cataluña es la soberanía nacional
El presidente del Gobierno ha reiterado que no se opone a un cambio constitucional para hacer «algunos retoques», pero se ha negado a «abrir ese melón» a pocos meses del final de la legislatura, sin que haya acuerdo sobre su contenido, sobre el sentido de la misma y sobre los apoyos con los que contaría.
Por ello, se ha mostrado partidario de «dejar las cosas como están» y poner el foco «en lo fundamental» y ha insistido en que ninguno de los posibles cambios que mejorarían la Constitución es urgente. Más aún cuando lo que se ha puesto «en tela de juicio» desde Cataluña es la soberanía nacional y la igualdad de todos los españoles.
Rajoy ha subrayado que la situación actual no tiene «nada que ver» con la de 1977, cuando había consenso en lo fundamental, en la necesidad de pasar de un sistema autoritario a uno democrático.
Los retoques que pueden plantearse Ahora, ha dicho, se pueden plantear reformas concretas y, entre las propuestas por el senador Montilla, le ha dado la razón, por ejemplo, en la discriminación a la mujer en la sucesión a la Corona. También en la mención a la Unión Europea, si bien ha considerado que es un asunto «muy poco relevante» que no justifica una reforma de urgencia de la Constitución, o que se nombre a las comunidades autónomas o que se supriman los artículos 143 y 151 que regularon el acceso a la autonomía de cada territorio.
Otra cosa es el «gran debate» sobre la atribución de competencias, ha planteado el presidente del Gobierno, pero en ese contexto ha planteado que ni los socialistas tienen «claro exactamente qué es lo que quieren», si un federalismo asimétrico o federalismo simétrico o en qué se diferencia eso del Estado de las autonomías.
Rajoy cree que se puede debatir sobre la discriminación a la mujer en la sucesión a la Corona Y ha preguntado a Montilla si su propuesta incluye dar más competencias a las autonomías o menos, dar a todas las mismas o no, o cuáles son los «nuevos derechos ciudadanos» que quieren incluir.
«La batalla que ustedes no supieron dar»
Por su parte, el número dos del grupo socialista en el Senado, Óscar López, acusó al presidente de haber incumplido su programa electoral. “Llegó a La Moncloa mintiendo y ha seguido mintiendo desde allí”, dijo. Y añadió, irónico, que cuando, en referencia a Luis Bárcenas, dijo que “todo es falso menos algunas cosas”, debía referirse al programa electoral. Aunque aprovechó la alusión para recordar el SMS que le había mandado a su ex tesorero en el que le decía “aguanta Luís, sé fuerte” y remató: “No sé si Luís va a ser fuerte y le va a aguantar, pero sí que quienes no le aguantan más son los españoles”.
Tras recordar la herencia recibida y glosar su gestión, diciendo que ha conseguido corregir todos los desequilibrios que dejaron los socialistas y que casi llevaron a España al rescate y que ahora afrontamos el futuro con optimismo, Rajoy replicó que el único problema que puede tener ahora nuestro país es que los socialistas vuelvan a gobernar. Pero eso, concluyó, “es imposible”.
