
El ladrón gallego de cartas comparecerá ante la justicia el jueves próximo. La fiscalía pide 243 años de cárcel y 2.187.00 euros de multa por delito contra la intimidad. Un delito que como tal tiene que tener su respectiva condena económica y de cárcel.
Extraña la condena cuando en este país, sumergido e inmerso en temas de corrupción y robos, paraísos fiscales, evasión de capitales, Cajas, caso Noós y la Infanta Cristina, caso Gürtel, caso EREs, caso Pokemon… y un suma y sigue, la fiscalía, a deferencia de las enormes penas solicitadas en este juicio, se inhibe o pide archivar la causas o pide que no se impute a quien comete, permite y se beneficia del delito.
Sea como fuere, el delito del ladrón de cartas requiere pena de cárcel y multa. Pues que así sea. Pero ridículo es que tengamos que leer y escuchar estas solicitudes de pena cuando para la justicia y la fiscalía no son todos los casos ni todos los imputados iguales.
Directora NI