La artista cubana Tania Bruguera, que la semana pasada fue detenida temporalmente por convocar una tribuna abierta en La Habana, abandonó este lunes la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y devolvió una distinción que le fue concedida en 2002 por el Ministerio de Cultura.
Bruguera dijo que pensó mucho esa decisión durante el fin de semana pasado porque «es un paso difícil y grande», pero consideró que tras lo sucedido con la «acción artística» que las autoridades no le permitieron realizar la semana pasada en La Habana no se siente representada por esas instituciones.
La artista informó de que este lunes entregó una carta en el Ministerio de Cultura en la que explica las razones para dejar de ser miembro de la UNEAC y de devolver la «Distinción por la Cultura Nacional» que recibió en 2002 por su participación en el evento internacional «Documenta».
La artista, de 46 años, residente en Estados Unidos y Europa los últimos años, convocó el pasado 30 de diciembre la instalación de una «tribuna pública» en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana para que los ciudadanos expresaran libremente sus ideas sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
«No puedo tener una distinción por la Cultura Nacional ni pertenecer a la UNEAC si no entienden mi obra, esas son contradicciones», sostuvo hoy Bruguera.
Además, señaló que en la declaración divulgada por la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, que calificó su iniciativa como una «acción oportunista» y una «provocación política», no iba firmada por quienes la promovieron.
«Creo que las instituciones deben crear un espacio para el diálogo y no dar una respuesta así por tenerle miedo a una obra, lo que deben hacer es dialogar, no juzgar y dar conclusiones y cerrar los espacios de discusión», añadió.
Bruguera también dijo que aunque está en libertad tras su detención, una autoridad policial le comunicó que se encuentra actualmente «libre bajo instrucción» acusada de «incitación al desorden público y a delinquir, y de resistencia».
Asimismo, deberá esperar a que la Fiscalía se pronuncie sobre su caso tras el proceso de instrucción en el que se decidirá si se abre un juicio contra ella, por lo que tiene que permanecer en Cuba al menos durante 60 días.
