

Andoni Zubizarreta, director deportivo del FC Barcelona, tiene los días contados en la entidad blaugrana. El último fracaso culé ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha colmado la paciencia de Josep María Bartomeu, presidente blaugrana. En las próximas semanas el mandatario podría cesar a su responsable deportivo. Aunque el paso tardará en ejecutarse, nadie en el Camp Nou apuesta porque Zubi continúe en el equipo hasta el 30 de junio.
Fuentes cercanas al ex portero se defienden afirmando que el alegato presentado frente al TAS no era cosa de Zubi, sino de los servicios jurídicos del Barça. Servicios jurídicos que tuvieron que cambiar en medio del proceso toda vez que los informes existentes en los primeros momentos posteriores a la sanción no auguraban ni tan siquiera que la FIFA pudiera congelar temporalmente el castigo como finalmente sí logró Juan de Dios Crespo, el abogado contratado para batallar en este asunto.
Sea como fuere, Bartomeu piensa que el fallo del TAS sí que señala a Zubizarreta porque fue su equipo el encargado de llevar a cabo la gestión de la cantera que ha llevado al Barça a ser sancionado con año entero sin fichar (hasta enero de 2016). Y junto a este caso hay muchos otros.
La política de fichajes blaugrana es uno de asuntos que preocupan, según fuentes cercanas al Barça, a su presidente. El caso más sangrante es el de Vermaelen, fichado a precio de oro pese a una lesión que le tendrá fuera de los terrenos de juego toda la temporada. Pero aún hay más casos. La renovación de Montoya sin consultar con Luis Enrique (no cuenta con él), la contratación de Douglas o los fiascos de Song y la no renovación de Valdés entre otros son asuntos que también se imputan a Zubizarreta.
Es por ello que el paso de llevar a cabo su cese parece irremediable. Ahora bien, el cuándo es asunto diferente. Por ahora no hay fecha y no la hay por varios motivos según la prensa catalana.
La primera razón es que no hay sustituto. Puyol, uno de los posibles hombres apuntados en la lista de Bartomeu, no parece dispuesto a dar el paso. Y fuera de Puyol, no emerge ningún otro nombre con fuerza suficiente. Además, Bartomeu querría esperar a un momento más adecuado y a adaptar todo el organigrama técnico a la salida de Zubizarreta.