Un nuevo PSN, reconstruido en Navarra, comienza ya su andadura política intentando precisar su carácter ideológico-político. Aunque alejado de la indefinición.
En busca del voto de los navarros o, cuando menos, de no perder votos, el PSN pretende reflejar las diferencias con UPN y con los nacionalistas radicales. Objetivo: quedar en el centro de bisagra y situar a UPN en la derecha y a los nacionalistas en el nacionalismo radical. De Podemos, nada de nada, porque, según dice, Chivite «no conoce su programa electoral».
Lejos de toda duda está el acercamiento y las similitudes entre UPN y PSN por mucho que, cercanas las elecciones forales, se pretenda enmascarar, Y lejos de toda duda está el nacionalismo radical en efervescencia desde que ETA y el gobierno han pactado el final de la violencia y de nuevo están en las instituciones.
Plantear una «segunda vuelta» electoral no es algo descabellado. Aunque no está recogido por la ley electora,l sí es posible con la celebración de unos nuevos comicios. Sin embargo, supone un gasto añadido y una falta de definición política. Indefinición que se deja al albur de un resultado electoral.
Sea como fuere, hay que presentar un programa incluyendo también posibles pactos. Entonces los ciudadanos podrán votar con libertad y sabiendo a dónde va su voto. Si la «segunda vuelta» no es previsible ni es el modus vivendi electoral, la convocatoria de unas nuevas elecciones previstas antes de las forales innimintes, está lejos de ser la panacea.
Directora NI