El fin de año anticipado que los jóvenes estudiantes celebran en Salamanca, la conocida como Nochevieja Universitaria, reunió esta noche en su Plaza Mayor a más de 45.000 personas -según la organización- que, con uvas y exceso de alcohol, se despidieron temporalmente del curso.
Desde las 23,30 horas, el centro neurálgico de la ciudad universitaria, su Plaza Mayor, la que ideó Churriguera allá por el siglo XVIII, estaba prácticamente llena, con un dispositivo policial extraordinario y miles de jóvenes deseosos de que llegaran las campanadas de las doce de la noche para comer las uvas de un final de año imaginario y un final de curso casi real. Más de 40.000 jóvenes se han reunido en torno a la medianoche en la Plaza Mayor de Salamanca, donde han comido uvas al ritmo de las campanadas y han celebrado prematuramente la llegada de 2015 como si de la Nochevieja se tratase.
Para disfrutar de este evento, ya conocido desde hace años como la Nochevieja Universitaria, han llegado autobuses de distintos puntos de España, además de los miles de estudiantes salmantinos. La mayoría de ellos desde horas antes ya han podido disfrutar de distintas actividades de ocio y, a las 00.00 horas, se han concentrado en el ágora para dar la bienvenida con los mejores deseos al nuevo año y decir adiós a 2014.
Este evento surgió de manera espontánea entre los estudiantes de Salamanca, que comenzaron a concentrarse el último jueves antes de las vacaciones de Navidad para celebrar con sus compañeros de clase el fin de año, algo que era imposible realizar el 31 de diciembre puesto que cada uno de ellos se iba a sus lugares de origen.
Así fue creciendo esta iniciativa que ahora gestiona una empresa en la ciudad y que promueve una fiesta que tras las campanadas continúa por los bares y discotecas de la ciudad, que cuentan con un horario ampliado para la ocasión.
Y tras la fiesta, la limpieza
La presencia de unos 30.000 jóvenes en la Plaza Mayor, unos 50.000 en todo el centro de la ciudad, son decenas de miles de personas consumiendo, ya sea alcohol o comida. Son también, por tanto, toneladas de basura y desperdicios que quedan en el ágora charra tras las doce campanadas y en las calles, parques y plazas de centro de la ciudad.
Con objeto de facilitar la recogida y el reciclaje de los envases de vidrio se instalaron en diferentes puntos del centro contendedores específicos de este residuo, en colaboración con Ecovidrio. Al igual que el año anterior, los operarios del Servicio Municipal de Limpieza garantizarán que el ágora quede en perfectas condiciones una vez concluida la celebración del evento. Trabajo extra tienen esta madrugada.
En ediciones anteriores de la Nochevieja Universitaria se recogieron 16 metros cúbicos de basura, lo que equivale a más de 7.000 kilos, y se baldearon diferentes zonas de la ciudad próximas a la Plaza Mayor con más de 8.000 litros de agua, empleando vehículos especiales como baldeadoras de diferente tamaño, cubas y una barredora de aceras.
