El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, ha manifestado este martes que la actual ley procesal está «pensada para el robagallinas, no para el gran defraudador», y que ello supone una gran traba para la lucha contra la corrupción.
MI APRECIACIÓN:
1.- En primer lugar, diré que esta manifestación del presidente del Tribunal Supremo, confirma el sentimiento popular desde hace años atrás. Así pues, no ha dicho algo novedoso.
2.- En segundo lugar, se confirman también los intereses personales de quienes nos gobiernan porque, de otra forma, de MODO INMEDIATO se hubieran puesto en marcha los mecanismos necesarios de consulta y reposición de las faltas existentes en nuestra legislación.
3.- Finalmente, se ratifica la pasividad de la población española que permite continuados atropellos de nuestros dirigentes, a sabiendas de que la legislación es permisible con los abusos que propicien.
Benedicto Aguirre Echeverría, médico y vicepresidente de SOLUCIONES