El segundo análisis de la enfermera norteamericana confirma que está contagiada de ébola. La sanitaria atendió al liberiano Thomas Duncan, que murió la semana pasada en Dallas. Un equipo de expertos investiga ya qué pudo fallar para que se contagiara porque llevaba guantes, mascarilla y traje de protección. El director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos habla de la actuación heroica de la enfermera y de que se produjo un fallo al aplicar el protocolo.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos están investigando qué pudo fallar en los protocolos de seguridad del hospital de Dallas (Texas) al que pertenece la trabajadora sanitaria que se ha convertido en el primer caso de contagio por ébola ocurrido dentro del país. Las alarmas empezaron a sonar muy temprano este domingo cuando se conoció que había dado positivo por ébola una primera prueba realizada por el Servicio de Salud de Texas a la mujer, al parecer enfermera aunque su identidad no se ha revelado por deseo de la familia.
Un segundo test llevado a cabo por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) confirmó el contagio de la mujer, que atendió y estuvo en contacto «prolongado» en el hospital presbiteriano de Dallas con Thomas Eric Duncan, la primera persona diagnosticada con ébola en Estados Unidos y fallecida el pasado miércoles.
Natural de Liberia, Duncan llegó a Estados Unidos el pasado 20 de septiembre y a los pocos días se le manifestaron los primeros síntomas del virus, que al parecer contrajo en su país de origen cuando ayudó a trasladar a una vecina enferma de ébola a un centro médico.
Durante su contacto con Duncan, la ahora infectada llevaba el traje de protección requerido, con bata, guantes y máscara, pero «en algún momento hubo un fallo en el protocolo» de seguridad que ahora las autoridades de los CDC van a investigar, según anunció en una conferencia de prensa el director de esa entidad, Thomas Frieden.
La trabajadora afectada, que se encuentra estable desde que fue aislada el pasado viernes por la noche 90 minutos después de comunicar que tenía «fiebre baja», «es una persona heroica que atendió al señor Duncan», enfatizó en otra conferencia el juez Clay Jenkins, del condado de Dallas.
Hasta ahora la mujer no ha sido capaz de identificar qué fallo pudo ocurrir y, por ello, la investigación analizará, entre otras cosas, el modo en que se quitó el traje de protección, ya que hacerlo incorrectamente puede dar lugar a un contagio, y los procesos de diálisis e intubación que se realizaron durante el tratamiento al fallecido.
Este caso de ébola es el segundo fuera de África, tras el de la auxiliar de enfermería española Teresa Romero en el que sigue la investigación sobre la hipótesis de que pudo infectarse de manera fortuita al quitarse el traje de protección.
Además de Duncan cuatro estadounidenses que habían contraído el ébola en África fueron tratados en el país y dos de ellos, Kent Brantly y Nancy Writebol, superaron la enfermedad tras recibir el suero experimental ZMapp, que hasta ahora no había sido probado en humanos.
Solo una de esas cuatro personas, el operador de cámara Ashoka Mukpo, permanece ingresada y está «mejorando», de acuerdo con la información divulgada hoy por el hospital que lo atiende, el Centro Médico Nebraska.
El brote de ébola que está afectando especialmente a Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia ha causado ya más de 4.000 muertos, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Su mascota no será sacrificada
La empleada sanitaria del hospital de Dallas contagiada con ébola tenía una mascota en su apartamento. La primera persona en contraer esta enfermedad en Estados Unidos convivía en su domicilio con un animal doméstico del que no se han facilitado más detalles.
Hace una semana, el caso de Excalibur, el perro de la auxiliar de enfermería del hospital madrileño Carlos III, movilizó a las redes sociales en España y en otros países para salvar la vida del animal dado que las autoridades españolas decidieron sacrificarlo por su exposición a la primera persona infectada por ébola en Europa.
Según informa el diario The Independent, la mascota de la estadounidense infectada con el virus no será sacrificada y ahora está siendo monitoreada por los equipos médicos especializados en tratar esta enfermedad. Los mismos especialistas están controlando la evolución de la única persona con la que la empleada sanitaria mantuvo contacto. Por otro lado, el coche, la puerta de entrada del domicilio y las zonas comunes utilizadas por la infectada de Dallas también han sido «descontaminadas».
