El vicepresidente designado para el Euro y el Diálogo Social, el ex primer ministro letón Vladis Dombrovskis, prometió hoy que las medidas macroeconómicas de la Comisión Europea (CE) dirigidas a la eurozona y cualquier posible futuro programa de ayuda financiera y de reformas tendrán en cuenta el impacto social.
En su comparecencia ante las comisiones de Economía y Empleo de la Eurocámara, el letón dijo que «trabajará duro para garantizar que el objetivo de la estabilidad de la moneda única y la gobernanza macroeconómica sean coherentes con la justicia social y la inclusión».
Dombrovskis abogó en la audiencia que examina al vicepresidente designado por seguir impulsando las reformas estructurales, pero prestando al mismo tiempo la «debida atención a las dimensiones sociales y de empleo».
«Tenemos que hacer pleno uso de los indicadores de empleo y sociales y también deberíamos aplicar la flexibilidad que existe actualmente en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, pero tenemos que hacerlo de manera transparente y uniforme para garantizar un trato igualitario entre todos los países», dijo.
Dombrovskis sostuvo que trabajará con el comisario designado para Asuntos Económicos y Monetarios, el francés Pierre Moscovici, y la comisaria designada para Empleo, Asuntos Sociales y Capacidades, la belga Marianne Tyssen, para «revisar y alinear» los dos paquetes legislativos de supervisión presupuestaria.
La CE debe hacerlo para mediados de diciembre, recordó el vicepresidente designado para el Euro y el Diálogo Social.
«Tenemos que preservar la estabilidad y la credibilidad que estos (paquetes legislativos) han aportado a nuestro marco, teniendo plenamente en cuenta el empleo y las implicaciones sociales de nuestras políticas», constató, al tiempo que defendió la necesidad de mejorar la implementación de las recomendaciones por países.
«En el futuro, cualquier programa de ayuda y reformas no solo incluirá un análisis de sostenibilidad presupuestaria, sino también uno del impacto social», prometió.
El ex primer ministro letón igualmente consideró que la «troika», formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), «debería ser sustituida gradualmente por una estructura más legítima democráticamente y que rinda más cuentas».
No descartó llevar a la «troika» bajo el método comunitario, algo que requeriría, sin embargo, un cambio de tratados.
Asimismo, indicó que, si los países miembros reclamasen un mecanismo para que un Estado pueda salirse de la eurozona, lo que igualmente exigiría un cambio de tratado, la CE podría proporcionar «asesoramiento técnico», pero recalcó que no es algo que la Comisión «alentaría».
Por otro lado, sobre un posible seguro europeo de desempleo, el vicepresidente designado sostuvo que esta idea no será una realidad en un futuro próximo, porque ello requeriría un cambio de tratado, más control y más responsabilidad compartida.
