Rafael Moneo presentó ayer el resultado de su trabajo arquitectónico sobre el Museo Universidad de Navarra, que definió como «un puente» entre el campus universitario y la ciudad de Pamplona. Con más de 11.000 metros cuadrados, 3.000 m2 de suelo expositivo, el edificio cultural consta de tres plantas con 12 salas de exposiciones y un teatro de más de 700 butacas. Su inauguración oficial será en enero de 2015.
«El edificio recoge el lugar en el que se entiende que podría contribuir más a armar y estructurar el campus, en una ladera abierta desde la que se domina la Clínica Universidad de Navarra, la Biblioteca y el Rectorado, y redondea y establece un borde amigable con la ciudad», dijo Moneo.
El arquitecto tudelano explicó que es «un edificio muy relacionado con el paisaje, no es tanto un edificio como objeto, sino que trata de incidir en todos aquellos alrededores que lo acompañan y que están situados junto a él». Destacó también que «no es sólo un museo de pintura, es más un centro con muchas actividades diversas» y dijo que tiene «la voluntad de establecer un puente entre la Universidad y la ciudad». A su juicio, será «un centro cultural del que disfrutarán tanto la Universidad como la ciudad de Pamplona».
La iniciativa de construir el museo en el campus universitario nació del compromiso de la Universidad de Navarra de potenciar el estudio de las Ciencias Sociales y las Humanidades, y también gracias a la donación en 2008 de la colección de vanguardia y arte contemporáneo de María Josefa Huarte Beaumont, según explicó el presidente del Patronato de Promotores de Museo Universidad de Navarra, Ángel Gómez Montoro.
Su legado artístico se compone de medio centenar de obras pictóricas y escultóricas de los artistas más internacionales de la segunda mitad del siglo XX, como Picasso, Kandinsky, Chillida, Tàpies, Rothko, Palazuelo y Oteiza, entre otros. A su colección hay que sumar también el fondo fotográfico, que incluye la colección de José Ortiz-Echagüe, que consta de más de 10.000 fotografías y 100.000 negativos del siglo XIX hasta la época contemporánea.
Gómez Montoro dijo estar «muy satisfecho» con el trabajo realizado por Moneo y ha apuntado que el edificio es «extraordinario», responde a las necesidades planteadas por el centro académico y ha cumplido con el presupuesto fijado inicialmente. El museo ha supuesto una inversión aproximada de 22,5 millones de euros. Se estima que el museo, en el primer año de apertura, recibirá a 107.000 visitantes, que podrán visitar, entre otros espacios, los 3.000 metros de exposición. El área para muestras artísticas representa el 33 por ciento del total de la ocupación del edificio. El 20 por ciento se destina a actividades escénicas y un 7 por ciento a docencia. Dispone de 14 salas de exposiciones, tres talleres, dos aulas, dos salas de proyección audiovisual, una biblioteca y una tienda, entre otras dependencias. El precio de entrada será de 4,50 euros. El acceso será gratuito para amigos del Museo, alumnos y empleados de la Universidad.
Además, el centro cuenta con un auditorio con aforo de 704 butacas, al que se suman las 38 localidades de los palcos laterales. Cumple con las necesidades marcadas por la Universidad para realizar tanto eventos académicos, como conciertos o representaciones teatrales.
