La Audiencia Nacional acordó el jueves suspender la ejecución de la sentencia a dos policías condenados por un chivatazo que arruinó una operación contra ETA en 2006, según un auto judicial.
El que fuera jefe superior de policía del País Vasco Enrique Pamies y el inspector José María Ballesteros habían pedido la suspensión de la condena de año y medio de cárcel a la espera de que se tramite su petición de indulto al Ministerio de Justicia.
«La suspensión de la ejecución mientras se tramita el indulto aparece como plenamente justificada al no haber responsabilidad civil ni tener otros procedimientos penales pendientes», señala el auto.
El llamado «caso Faisán» adquirió relevancia mediática a raíz de saberse que Joseba Elosua, propietario del bar – que era supuestamente la base de una red de extorsión del llamado «impuesto revolucionario» de ETA a empresarios vascos -, había recibido una llamada alertándole de una redada policial.
El «chivatazo» se produjo tres meses después de que ETA decretara una tregua en 2006, lo que llevó al Partido Popular a preguntar al entonces Gobierno socialista si había habido alguna instrucción política del Ministerio del Interior, que dirigía entonces el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, a los mandos policiales.
