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El Informe de Ginebra alerta sobre una crisis global inminente

El Informe de Ginebra alerta sobre una crisis global inminente
© REUTERS Bernadett Szabo
© REUTERS Bernadett Szabo

Una combinación «tóxica» de un endeudamiento récord y un crecimiento económico ralentizado son síntomas de la próxima crisis, opinan los economistas autores del anual Informe de Ginebra

Cuando aún no hemos superado una crisis económica implacable durante años, llega la alerta de la posibilidad de otra recesión inminente. Es lo que advierte el Informe de Ginebra, un documento encargado anualmente por el Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios a varios expertos, y que, en esta edición, da la voz de alarma.

El 16º documento anual fue encargado por el Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios, y escrito por un grupo de economistas experimentados, entre ellos tres exdirigentes de los bancos centrales, informa ‘Financial Times‘.

Los economistas advierten de la importancia de la gestión de la deuda, que sigue creciendo en varias partes del mundo. Junto con el freno del crecimiento económico, también característico en la economía mundial, seguir con el endeudamiento sería un camino seguro hacia una nueva crisis global.

La preocupación, según los economistas, radica principalmente en la combinación «tóxica» de un endeudamiento récord y en un crecimiento económico ralentizado, dos factores que se encuentran en la raíz de una crisis económica y que bien podrían ser el anticipo de una nueva recesión. «Mientras que los niveles de deuda están subiendo, el mundo está viendo una combinación venenosa de las tasas de crecimiento y de inflación que son más bajos de lo esperado», afirman los autores.

La deuda extrema se perfila como uno de los grandes desafíos, según estos expertos, que advierten de la importancia de saber gestionarla con las herramientas adecuadas, mientras se observa cómo sigue creciendo de forma imparable en varias partes del mundo.

«La deuda global está batiendo un nuevo récord, de forma que se dificulta la recuperación en las economías maduras y supone una amenaza de nuevas crisis, sobre todo en naciones emergentes, como China», advierte el informe. Estos mercados, «que tuvieron mejores resultados durante la crisis se han venido recientemente abajo», afirman los autores. El informe documenta el rápido aumento continuado de la deuda del sector público en los países ricos y la deuda privada en los mercados emergentes , sobre todo China.

«Contrariamente a la creencia generalizada, el mundo aún no hacomenzado a recuperarse. Y los mercados emergentes  son una fuente importante de preocupación para la futura trayectoria de la deuda.

Podrían ser el futuro de la crisis mundial»

Los efectos de la ralentización económica de estos países, alertan, se sentirá sobre todo en los países periféricos de la Eurozona, «vulnerables debido a la complejidad de su crisis y las insuficientes respuestas políticas».

Los autores sí reconocen la eficacia de las medidas tomadas por los gobiernos de EEUU y Reino Unido, de los que dicen, «han logrado evitar contracciones del crédito sin dejar de lograr significativas reducciones de la deuda en sus sectores privados y sus sistemas financieros».  No obstante, afirman que esto se logró también a costa de un «apalancamiento financiero» -recurrir al endeudamiento para financiar una operación- en el sector público.

«Como consecuencia, el desapalancamiento de los bancos centrales será un desafío político principal para el futuro previsible», afirman los autores, que sostienen que la capacidad de endeudamiento en los próximos años dependerá de la «dinámica futura de crecimiento de la producción, la inflación y los tipos de interés reales».

«Países como España han acabado en una pila de deuda»

La tasa de endeudamiento mundial pasó de representar el 160% del PIB en 2001 al 215% en 2014. “Todas las llamadas economías milagro han fracasado debido al endeudamiento”, ha advertido Luigi Buttiglione, uno de los autores del informe, en el que se afirma las mínimas tasas de crecimiento que se están registrando en la economía, y que son negativas aún en algunos países, unido a la baja inflación, obligará a que los tipos de interés se mantengan en mínimos históricos durante «mucho, muchio tiempo», el necesario para que gobiernos, empresas y hogares puedan pagar sus deudas.

“A lo largo de mi ca­rrera he visto cómo mu­chas de esas eco­no­mía­s-­mi­la­gro, como la Italia de los 60, Japón, los ti­gres asiá­ti­cos, Irlanda, España y ahora China, han aca­bado todas ellas en una pila de deu­da», ha comentado Buttiglione en el periódico «Financial Times».

Entre las posibles selecciones para evitar que el mundo se vea abocado a repetir la crisis, estaría, según los expertos,  que el BCE acordase con otros bancos centrales «una agresiva política de flexibilización cuantitativa»,compra de activos a gran escala y «una intervención forzosa con la compra directa de bonos soberanos» para evitar una bajada excesiva de la inflación. La medida, controvertida en la Eurozona, fue ya exigida en junio por el Fondo Monetario Internacional al BCE  para «mejorar la confianza» y «estimular el crédito bancario».

Los economistas encargados de elaborar el informe consideran que estas son las herramientas necesarias para ayudar a la estabilización de la deuda y favorecer que el crédito vuelva a fluir. «La dilación en la ejecución de estas medidas podría amenazar, en el medio plazo, la sostenibilidad dela propia zona euro», se advierte.

El informe de Ginebra suele publicarse siempre por estas fechas, unos días antes de las reuniones anuales de Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, que este año tendrán lugar entre el 10 y 12 de octubre. La advertencia llega precisamente en medio de la incertidumbre sobre el momento de la subida de tipos de interés, anunciada por la Reserva Federal de EEUU. 

 

 

La solución para la crisis inminente sería ambigua, según los expertos. Por una parte, hay que asegurar el acceso a los recursos financieros para ayudar a crecer a las economías nacionales. Por otra parte, los recursos disponibles podrían llevar a aún más endeudamiento, lo que agravaría la situación.

Entonces, los gobiernos nacionales deberían ejercer medidas más directas para frenar el endeudamiento incontrolable y evitar el acercamiento al colapso, afirman los autores del Informe de Ginebra.

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