El sábado pasado entró en funcionamiento el Centro de Tratamiento de Ébola (CTE) que Cruz Roja Española ha construido en las proximidades de la localidad de Kenema, en Sierra Leona, atendiendo a los primeros cinco pacientes con esta enfermedad
El centro sanitario inicia su servicio con una atención a 10 personas ingresadas, pero se irá ampliando progresivamente en función de las necesidades. El CTE funciona 24 horas al día y está atendido por un total de 200 empleados locales de la Cruz Roja del país en colaboración con los 25 delegados de emergencias enviados por Cruz Roja Española que van realizando rotaciones periódicas. En este equipo ha participado el delegado navarro Pablo San Julián que acaba de volver de Sierra Leona.
“El centro cuenta con todas las áreas necesarias para realizar desde el triage de los pacientes al aislamiento y posterior tratamiento hasta su recuperacion, así como con las instalaciones de agua y saneamiento básico”, según describe Pablo San Julián. Toda la infraestructura está basada en tiendas de campaña (42m2) y construcciones temporales de madera y chapa de zinc, con una superficie total de 10.000 m2. Tras la puesta en marcha del CTE, el Hospital de Kenema recupera la atención del resto de enfermedades de la población de la zona. Hasta la fecha, han pasado por Kenema 25 delegados de Cruz Roja Española, con perfiles de medicina, enfermería, construcción (arquitectura e ingeniería civil), técnicos de mantenimiento (electricidad, fontanería, etc), telecomunicaciones, logística y coordinación. Junto a este equipo hay delegados de la Cruz Roja de Colombia, Australia, Noruega, Finlandia, Gran Bretaña, Nueva Zelanda, Dinamarca y Suiza, entre otros países. “En todo este proceso, hemos contado con apoyo técnico de Médicos Sin Fronteras y de la Organización Mundial de la Salud en la formación clínica y supervisión, y en el diseño y construcción de la instalación sanitaria”, según indica San Julián. Antes de la puesta en marcha del CTE en Kenema, el personal sanitario y técnico de Cruz Roja Española enviado a partir del 1 de agosto se encargó de desarrollar la labor de triage en el hospital público de esta localidad, “lo que permitió diferenciar los casos que estaban afectados o podrían estar afectados por ébola de los casos que presentaban otras patologías, y así actuar con la mayor rapidez y eficacia posible para la supervivencia de las personas y la no propagación de la enfermedad”, afirma el delegado navarro. El equipo sanitario atendió a una media de 70 pacientes diarios, derivando al área de aislamiento y cuidados preventivos a aquellos posibles casos de ébola.
La importancia de la prevención
Junto a la detección de los casos ya infectados, la prevención basada en un buen conomimiento de la enfermedad por parte de la población es la herramienta fundamental para evitar el contagio y su extensión. Según informa Pablo San Julián, “es precisamente en este ámbito en el que está trabajando el personal de la Cruz Roja de Sierra Leona en las comunidades rurales, donde se está encargando de identificar la trazabilidad de los contactos de los enfermos, de la difusión de mensajes de prevención a través de megafonía, música, teatro, etc… y del manejo de cadáveres, que incluye tratamiento, desinfección y entierro de los fallecidos”.
En torno a 1.800 personas voluntarias de la Cruz Roja de Guinea Conakry, Liberia, Sierra Leona y Nigeria están trabajando activamente en el operativo frente al Ébola, apoyados por 170 delegados internacionales. El llamamiento de emergencia internacional realizado por Cruz Roja suma hasta el momento 8 millones de euros.
Hasta la fecha, se ha estimado que en torno a 35.000 personas han sido destinatarios de diferentes acciones de prevención, sensibilización, asistencia, etc. por parte de Cruz Roja en los cuatro países afectados. “Todas estas labores se realizan con el doble objetivo de contribuir a romper la cadena de transmisión del virus y reforzar los medios existentes para atender a las personas que ya han contraído la enfermedad”, afirma Pablo San Julián. Sierra Leona y Liberia son los dos países con mayor número de casos según las estadísticas que publica periódicamente la Organización Mundial de la Salud (OMS).